The Adicts y ¡Que Viva la Revolution!
Desde que se anunció este concierto se creo una gran expectativa y es que aunque The Adicts vinieron apenas el año pasado, dejaron a sus fans con ganas de mas y por eso su regreso era inevitable, noche de domingo donde todo un séquito de amantes de su estilo punk esperaban la salida al escenario de sus ídolos, ya que su espectáculo es visual y musicalmente muy atractivo, cuando por fin salieron al escenario de la carpa astros la locura se apropió del lugar que por alrededor de dos horas se convirtió en un templo para adorar a esta legendaria banda británica, comenzaron los primeros acordes de los músicos para dar paso a la entrada de Keith Warren ’’Monkey’’ quien con una capa que simulaban unas alas de pavorreal , la ovación no se hizo esperar y es que todos los presentes sabíamos que estábamos frente a uno de los mejores frontman que ha dado el rock británico; ya que el buen “Monkey” realiza todo un performance que incluye juegos con naipes, serpentinas y pelotas de colores.
Iniciaron con el tema “Let’s go” que fue la primera invitación para armar el slam y la euforia continuó con temas como “Horror show”, “Easy way out”, “I am yours” y “Fools” algunos de su mas reciente producción discográfica, pero sin duda los clásicos son los que rompen el cuadro y son los mas coreadod por los fans; dejan grandes temas para el final como “Bad boy” y el coro mas grande es sin duda con “Viva la Revolution” para dar paso al cierre del concierto con “Walk on”.
The Adicts no te deja tomar un respiro en cuanto a sorpresas se refiere, si no lanzaban cartas de baraja, lanzaban rollos de papel en las torres que hay a los ladoss del escenario al mas puro estilo de Bart Simpson, cañones lanzando coloridos papelitos en algo que cada vez parecía mas un carnaval, lanzaron también muchas grandes pelotas que nos hicieron jugar como si regresaramos a la infancia, The Adicts no escatima en sorpresas y nos vuelven sus cómplices en este juego llamado amor por el rock.
Estos sobrevivientes de esa ola del punk británico; logran encantar a un público habido no solo de buena música, si no también de una puesta en escena teatral, convencen y encantan y nos dejan pensando que si regresan por tercer año consecutivo ahí queremos estar, solo nos queda repetir ¡Que Viva la Revolution!
