CómicDCOpiniónReseñas

Camino a Doomsday Clock 1ª Parte:

The Watchmen. El comic que lo cambio todo.

Por Marcos Sáenz

¿Se imaginarían Alan Moore y Dave Gibbons que su obra cambiaría la industria del cómic para siempre? Tal vez si, tal vez no, pero sin duda alguna los cómics nunca fueron los mismos después de la publicación de The Watchmen.

Durante los setentas, los cómics dejaban atrás las ataduras del Cómics Code Authority, por fin abordan temas como las drogas y la violencia sin tapujos. Sin embargo, muchas historietas aún tenían un tono de sermón. En DC Comic lo personajes aun cargaban el estigma de los tiempos oscuros, de cuando la censura regía el tono de la narración para mantenerlos aptos a todo público, sobre todo para los niños. Pero todo eso cambio con la llegada una camada de nuevos artistas, ávidos de renovar a sus héroes infantiles, entre ellos estaba un escritor llamado Alan Moore.

 

Cuando el “mago místico” llego a DC en 1982, lo hizo para trabajar en “The Swamp Thing”, renovando por completo al personaje, además de crear las bases para el universo oscuro de la editorial. Su trabajo le permitió acceder a los dos mayores iconos del Universo DC, Batman y Superman, y escribir un par de obras geniales: The Killing Joke y “For the Man Who Has Everything”; con el éxito de ambas historias Moore por fin pudo trabajar en un guion propio lejos de los temas editoriales comunes.

En un principio Watchmen estaba planeada para usar elementos existentes en el Universo DC, a lo cual Dick Giordano, el entonces editor en jefe de DC Comics, se negó. A Moore se le ocurrió tomar a los personajes de la editorial Charlton Comics, adquirida por DC en 1985, pero nuevamente se le negó. Sin embargo, tomo la imagen de alguno de esos personajes de esta lineal editorial como inspiración para sus iconos.

 

 

The Watchmen se desarrolla en un mundo distopico al borde del colapso. Una sociedad donde se ha perdido la confianza hacia los gobernantes; ya no hay superhéroes, están vetados por el gobierno y ya nada queda de los días de gloria donde ellos defendían a la ciudadanía. Solo tres de los viejos héroes se mantienen activos: Rorschach, un vigilante quien opera al margen de la ley. El Comediante alias Edward Blake, un justiciero armado y patriota, cínico y violento. Y Dr. Manhattan que es el único ser con superpoderes en este universo y que ha cambiado el ámbito global permitiendo que Nixon gobierne por 20 años y la guerra fría se vuelva más cruda. Ambos, Blake y Manhattan, operan bajo el auspicio del gobierno. Un día el comediante muerte bajo circunstancias violentas y sospechosas, su asesinato es investigado por Rorschach, que lo lleva de sacar del retiro a algunos otros superhéroes y trae a la luz una conspiración más grande, misma que busca cambiar al mundo para siempre.

 

 

 

 

 

 

Moore toma el viejo molde de los superhéroes y lo rompe en mil pedazos. Desconstruye esa vieja imagen y crea seres con sentimientos, debilidades, deseos vicios y virtudes. Trasforma la imagen de cuasi divinidad e infantil en una más cercana a los dioses del olimpo: omni poderosos, sí, pero llenos de defectos, rebosantes de naturaleza humana. De misma manera hace desaparecer el universo idílico, donde nada pasa, lo trasforma en un espejo de la sociedad, lleno de protestas por los derechos humanos, donde los gobiernos conservadores y sus políticas de cero tolerancia tratan de someter a un orden sórdido a la población.

Alan Moore supo volcar toda la sensación y actualidad en Watchmen, además de hacer un análisis de la historia del cómics en cada uno de sus pasajes narrativos. Dicha narración necesitaba alguien que la ilustrara de manera magistral. Dave Gibbons trabajó con Moore desde que entró a DC, era la elección adecuada, su estilo encajó de manera sublime y otorgo de una estética única al cómic, no podía pedirse más para la formidable historia de Moore. El cómic se empieza a editar en 1986 en una serie de 12 números, para 1987 se publica una edición compilatoria en pasta dura que incluía material extra y bosquejos originales. Esta edición es la que da origen al término “Novela gráfica” que se acuñó para designar a historias de autor y algunas alejadas de los temas poco comunes dentro de los cómics.

El éxito de la obra de Moore y Gibbons fue contundente, las ventas se dispararon y de inmediato fue tema de conversación en todos los círculos literarios. Fue acreedora a varios premios de la industria del cómic, como el Premio Kirby a la mejor serie limitada, serie nueva; se le otorgó el Premio Harvey a mejor novela gráfica, mejor serie y a la excelencia en producción. Y los Premios Eisner en las mismas categorías, además que los artistas recibieron todos los galardones por su trabajo. Watchmen es el único cómic al que se le ha otorgado un Premio Hugo, galardón concedido a obras y autores literarios en ciencia ficción y fantasía; la BBC ha designado a la compilación como una de las mejores 100 obra literarias de origen inglés y la revista Time la adiciono a su lista de las 100 mejores novelas.

Watchmen hizo que la gente volteara hacia los cómics nuevamente. Le otorgo un aire de madurez a las narraciones, se volvió referente e inspiración de muchos autores dentro de la industria lo que cambio por completo el panorama dentro de los cómics. El formato de novela gráfica proliferó lo que provocó que las editoriales crearan subsellos para encapsular historias más adultas, como Vertigo Comics en DC.

Con el paso de los años Watchmen se ha vuelto una de las obras más leídas y analizadas en el mundo de los cómics, es por ello por lo que se ha editado continuamente. En el año 2005 se creó la versión “Absolute” para su 20 aniversario, que incluye trabajo adicional supervisado por Dave Gibbons. En 2009 se estrena la versión fílmica, dirigida por Zack Snyder; para 2012 DC decide extender el universo de Watchmen con los cómics de la serie Before Watchmen, que reúnen algunos de los más afamados artistas del medio. En recientes fechas se anunció que los personajes de The Watchmen tendrán un papel protagónico en el nuevo orden del universo de DC.

 

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Desde la publicación y reediciones Alan Moore ha tenido una batalla legal por los derechos de la 

obra, además de odiar todo intento de comercialización ajeno a su obra, como la creación de suvenires y productos de consumo. Es tal su molestia por la exploración de su creación, que pidió enérgicamente que su nombre fuera retirado de los créditos de la película, en protesta a la adaptación del cómic sin su consentimiento y ayuda. ¿Son válidas las quejas de Moore? En parte sí, pues reducen el mérito propio de la obra y diluyen su éxito al ligarlo a otros productos. Pero el otro lado de la moneda es que por el triunfo de la película que ha atraído más lectores a la novela gráfica y más adeptos al trabajo de Moore y Gibbons.

 

 

No cabe duda que The Watchmen es un pilar en la historia del cómic moderno y una pieza fundamental en la evolución de la industria. Es una pieza que no debe faltar en ninguna biblioteca geek.

Un comentario en «Camino a Doomsday Clock 1ª Parte:»

  • Pingback: 11 noticias en la Edición Matinal del #NoticieroHdA del 30/11/2017

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

SiteLock
LATEST NEWS