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El uso de sellos (Inkan) en la sociedad japonesa moderna.

En Japón, los sellos en general son conocidos como inkan (印鑑) o hanko (判子).

Inkan es el término más comprensivo, hanko se refiere a sellos que son usados en documentos menos importantes.

Las primeras evidencias de escritura en Japón se derivan de un Hanko datado en 57 AC, hecho de oro sólido y obsequiado al gobernante de Nakoku por el Emperador Guangwu de Han, llamado el rey del sello dorado de Na.

E un principio solamente el Emperador y sus más allegados vasallos utilizaban hanko, pues era el símbolo del poder de la autoridad del Emperador. Los nobles comenzaron a usar sus propios sellos después del año 750 y los samuráis comenzaron a usarlos durante el periodo feudal.

A los samuráis les era permitido el uso exclusivo de tinta roja. Después de que la modernidad comenzó en 1870, los sellos hanko comenzaron a ser de uso general en toda la sociedad japonesa.

Oficinas de gobierno y corporaciones usualmente utilizaban inkan específicos de su buró o compañía y seguían las reglas preestablecidas de uso con las siguientes excepciones:

En tamaño, eran comparativamente grandes, midiendo de 2 a 4 pulgadas (5.1 a 10.2 cm). Los mangos eran extremadamente ornamentados esculpidos con bestias míticas o inscripciones habukun que eran citas literarias, nombres y fechas, o poesía original. El Sello privado de Japón es un ejemplo, pesa más de 3.55 kg y tiene un tamaño de 9.09 cm, este sello es utilizado en propósitos oficiales por el emperador.

Japón adoptó oficialmente los hanko el 1 de octubre de 1873, cuando el Gobierno estableció por ley estampar el inkan como medio de identificación personal. Hoy cada vez se adopta más la firma cuando se cierra algún tipo de contrato, aunque siguen siendo numerosos los casos en los que se pide también que se estampe el sello.

En las empresas los empleados suelen entregar documentos a sus superiores para que estos estampen su sello de aprobación. El sello es un símbolo sutil del ejercicio del poder en estos ámbitos. A decir verdad, hay muchas personas que disfrutan en secreto del momento en el que estampan su inkan.

Inkan

El mes pasado, el MUFG Bank Ltd. Comenzó a ofrecer ¥1,000 a cada uno de sus primeros 100,000 clientes que voluntariamente entreguen sus libretas de depósitos, que son registros físicos de transacciones bancarias llenas de sellos estampados. El propósito de MUFG es el cambiar a sus clientes a la banca online, que es mucho más barata para los bancos. No solo por que ahorran en costos de producción, sino por que los bancos en japón pagan billones de yenes cada año en impuestos a los sellos que son impuestos en ciertos documentos impresos oficiales.

El gobierno perdería una importante captación de impuestos si el plan de MUFG tiene éxito, pero el gobierno sabe que la industria bancaria de Japón ha estado en una serie crisis financiera por años.

Esta medida también promueve el deseo gubernamental de promover la digitalización global, lo cual es un problema para los artesanos, productores y mercantes de sellos personales (inkan y hanko).

Los Hanko han sido utilizados tradicionalmente para finalizar documentos impresos de la misma forma en que las firmas son utilizadas en otros países. De la misma forma que la escritura, el hanko es una tecnología análoga, el sector privado ha ido dejando de lado el hanko por años, por lo que, si el gobierno digitaliza las transacciones burocráticas, la industria del hanko se volverá redundante.

Inkan

Un problema con los sellos hanko como uso legal es su falta de fiabilidad. Una firma del mismo modo que una huella digital, son manifestaciones físicas de un atributo personal, mientras que los sellos a pesar de ser símbolos diseñados para ser únicos, en realidad no lo son por completo.

Dado que muchos apellidos son compartidos en todo Japón, teoréticamente, personas con el mismo apellido podrían estar utilizando exactamente el mismo sello. Cualquiera puede comprar sellos de plástico por unos cuantos yenes, en maquinas expendedoras o en negocios especializados y en muchos casos estos sellos pueden estar registrados y ser oficiales.

Asahi Shimbum, uno de los cinco periódicos principales de Japón, realizó un reportaje en diciembre en donde habla de la actual industria del hanko y reporta una nueva propuesta de ley para modificar el Acta de Registro Comercial, que dicta las reglas necesarias para establecer una nueva compañía en Japón. La nueva propuesta busca simplificar el proceso para que una compañía pueda ser establecida y funcional en menor tiempo, lo cual es esencial para la política de crecimiento de la actual administración. Una de las sugerencias de la propuesta es el eliminar la necesidad del hanko, algo que fue discutido por el gobierno a finales de 2017. En respuesta una asociación nacional de compañías relacionadas con sellos comenzó a tomar medidas.

Uno de los ejecutivos de dicha asociación propuso que el hanko sea reconocido como patrimonio cultural, una idea que no resultó en nada, también intentó negociar el uso de hanko en transacciones legales del gobierno, algo parecido a lo que otras asociaciones de artesanías tradicionales han realizado al formar alianzas con políticos.

Como negocio, la industria del hanko se ha reducido a una quinta parte de lo que fue hace 40 años, los artesanos están muriendo sin ser reemplazados. Algo muy distinto a lo que ocurre con otras industrias artesanales tradicionales como la manufactura de tofu o la creación de instrumentos musicales indígenas.

Su mayor aliado es el ministro de tecnologías de la información de 79 años, Naokazu Takemoto, quien es parte del grupo de políticos que la asociación del hanko reclutó para su causa. Takemoto es perfecto pues es estrictamente una persona análoga, incluso ha admitido públicamente que sabe muy poco sobre computadoras, sin embargo, por su cargo de TI sus comentarios han atraído el ridículo. La postura de Takemoto como portavoz de la asociación hanko en realidad va en contra de sus intereses, pues enfatiza que tan arcaica la cultura del hanko es. Lo único que puede hacer la asociación de momento es insistir en el uso del hanko en sus formas digitales, lo que llevaría a digitalizar los sellos mismos y por tanto negar la idea completa del uso del hanko como un artefacto estético.

Inkan

Un ligero atisbo de esperanza para la industria es la automatización, un artículo del 18 de diciembre de la revista Kinnei Business describe un “Hanko robot” que puede ser programado para aplicar sellos a múltiples documentos. La compañía que desarrolló el robot dice que su propósito es el reducir el trabajo monótono de las oficinas. El robot no fue idea de la industria del hanko sino de desarrolladores en robótica buscando maneras de automatizar el mercado de las oficinas, sin embargo, esta tecnología en particular aún se encuentra en desarrollo y está lejos de ser aplicada de manera regular en las oficinas del país.

Hanko Robot
“Hanko Robot”

La única justificación para mantener tu hanko, es que una vez que has registrado tu sello, no puedes deshacerte de él. Los bancos están buscando confiscar los fondos de kyūmin yokin (cuentas durmientes). Las autoridades definen a dichas cuentas por no tener transacciones registradas en un periodo de 10 años o más. Si después de 10 años, una persona desea extraer los fondos de la cuenta o cerrarla, deben hacerlo en persona y deben mostrar el hanko con el cual abrieron dicha cuenta, sin importar hace cuanto tiempo atrás haya sido aperturada. Este sistema no vendería nuevos hanko o inkan, las nuevas cuentas bancarias ya no los requieren, pero tal vez le daría tiempo a la industria de pensar en nuevas estrategias para su supervivencia.

 

Con información de Japan Times.

Erick Contreras Ayala

Diseñador Gráfico. Freelancer. Locutor en Radio Robotto.

Un comentario en «El uso de sellos (Inkan) en la sociedad japonesa moderna.»

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