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República Cinéfila | La chica en la telaraña

Este pasado fin de semana tuve la oportunidad de ver esta producción cinematográfica y aquí tienen mi crítica de La chica en la telaraña, que por si no lo saben se trata de la adaptación de la cuarta novela de la saga de libros que se convirtieron en una sensación mundial gracias a la cinta europea La chica del dragón tatuado en el año 2009. La nueva película sirve como una cinta independiente y marca la primera de una serie. El cineasta latino Fede Alvarez, director de No respires (2016), dirige el filme en la que la estrella de la serie televisiva The Crown, la actriz Claire Foy, asume el llamativo papel de la hacker Lisbeth Salander. En el elenco y reparto de actores de Europa también incluye a Sverrir Gudnason como Mikael Blomkvist, Sylvia Hoeks como Camilla, Lakeith Stanfield como Ed Needham y Stephen Merchant como Frans Balder. Los histriones Claes Bang, Christopher Convery, Synove Macody Lund y Vicky Krieps son otros de los coprotagonistas. La sinopsis oficial en la trama de esta historia nos lleva a la joven hacker Lisbeth Salander y al periodista Mikael Blomkvist que se encuentran atrapados en una red de espías, de ciber delincuentes y de funcionarios corruptos del gobierno. Adaptación de la novela Lo que no te mata te hace más fuerte del escritor David Lagercrantz, es una continuación literaria de la saga Millennium creada originalmente por el autor Stieg Larsson. Y es que por fin Salander es la protagonista principal de la historia, donde Foy parece frágil pero le gana a las mafias, a los policías corruptos y hasta a un despistado Blomkvist. En el fondo los sórdidos temas que aborda sobre el abuso infantil, la corrupción, los secuestros, los asesinatos y las complejas redes criminales siguen estando presentes. La historia sigue abundando en el doloroso pasado de la infancia de Lisbeth, que ahora como adulto debe enfrentar. La película en cuanto a nivel histrionico obviamente le pertenece a Foy como absoluta protagonista, con una apropiada actuación de la solitaria y antisocial mujer, muy a pesar de haber heredado una versión magnificada e incongruente de Lisbeth, pero que en la forma le da a su personaje una heroína bien recargada de adrenalina, que más bien pertenece a una película de espionaje internacional, tipo James Bond, el agente 007.
 
La chica en la telaraña
Claire Foy en La chica en la telaraña
 
Solo era cuestión de tiempo que una figura como la atractiva Lisbeth Salander se convirtiese en la protagonista de la historia. Pionera del #MeToo antes de que el movimiento existiera a nivel mundial, heroína punk y mujer hacker, este interesante personaje creado por el autor literario Stieg Larsson en el año de 2005 se había ido superando a su coprotagonista Mikael Blomkvist en las sucesivas adaptaciones de las novelas. Hay que alabarle por tanto a este reboot de la saga, que es el primer filme que no se basa en la prosa de Larsson ya que es obra del escritor David Lagercrantz el que haya puesto sobre Salander el foco que hace tiempo le correspondía.
 
Claire Foy, que pasa de reina de la realeza británica en la serie de televisión a patear traseros en esta cinta, construye a una heroína frágil, pequeña, vulnerable, con una herida que sangra bajo su imagen de motorista y los piercings de rigor, pero que no por ello pierde. Ya puede enfrentarse a toda la policía sueca o a esa mafia arácnida famosa por arrancar narices de las caras de sus enemigos que la menuda Lisbeth, más lista que ellos, consigue salir airosa con ayuda de algún que otro hackeo y por supuesto de su viejo amigo periodista. Por cierto, Blomkvist, que sigue sin tomar notas pero aparece aquí rejuvenecido en la piel de el actor Sverrir Gudnason, ha perdido el nivel mediático que tenía. Vaya, hasta la purista saga de los libros Millennium parece haber sucumbido ante la actual tiranía de los followers. Seguir a Salander por la noche de Estocolmo en este filme reina lo sucio y lo punk, motorizada hasta sobre hielo, pegando a los CEOs maltratadores y evitando el desastre nuclear, asegura el entretenimiento de este relanzamiento de la franquicia cinematográfica durante buena parte del metraje. Pero no toda.
 
Su trama repleta de veloces secuencias de acción y hermanas muertas que reaparecen, corre el riesgo de parecerse a la tela de araña que da título original a la película, o sea igual de enrevesada y fútil. Y es que a su manera, el director uruguayo Fede Álvarez ha hecho con Millennium lo que por ejemplo la saga de James Bond en la cinta de Operación: Skyfall (2012) hizo con el agente/espía británico 007. La nueva Lisbeth tiene la pericia que le conocíamos, y su sentido de la justicia, pero deja que la luz entre a través de las grietas de su oscura biografía. El guión no se anda por las ramas y apuesta por las formulas en las revelaciones, secuestros, hay hasta un maléfico plan para dominar el mundo. Por suerte ahí está una competente y talentosa actriz como la bella Claire Foy para dar personalidad al personaje. Ahora ya se puede medir con un personaje del nivel de James Bond, que ha demostrado que puede mantener la continuidad y el interés cambiando de protagonista.
 
En mi opinión, la nueva Lisbeth está en un punto entre el personaje de Nikita (1990, Luc Besson) y el actual James Bond personificado por el actor Daniel Craig. Sobre este último, hay al menos dos claras similitudes por ejemplo, en una escena de intoxicación que se resuelve al estilo de Casino Royale (2006) y el regreso a un hogar de la niñez, con situaciones que remiten a 007: Operación: Skyfall (2012). La película cuenta con espectaculares explosiones y escapes en motocicleta, que desde los lanzamientos de los avances y trailers oficiales que por cierto, fueron señaladas por los lectores y fanáticos como ausentes en la novela original. Hay además, una serie de inconsistencias, excesos y resoluciones gratuitas lo largo de la trama, que por momentos pueden llevar incluso al humor involuntario, aunque eso son detalles menores. Pero como ejercicio de estilo, el filme de Álvarez realmente funciona; aunque sin embargo, carece de la insólita personalidad de la saga literaria de la que pretende emanar.
 
La chica en la telaraña
 
Mi 8.5 de calificación a esta reciente producción fílmica, ya que podríamos haber vivido sin una nueva película de Lisbeth Salander con un nuevo reparto, tenemos ahora la tercera encarnación de Salander y Blomkvist, interpretados por Claire Foy y Sverrir Gudnason con su Mikael que es apenas un personaje secundario en esta nueva entrega. El filme del cineasta David Fincher, con las estrellas Daniel Craig y Rooney Mara, protagonistas de Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres (2011), no han tenido problema en seguir su vida sin una secuela de la saga sueca oficial. Sin presionar el botón de reinicio, esta entrega que es una mas que buena y correcta adaptación de la novela Lo que no te mata te hace más fuerte, la primera que no fue escrita por su autor Larsson, se beneficia de la libertad para escoger con qué quedarse. Con visto lo mejor en esta cinta que fue su condición de secuela con espíritu de reinicio y con lo peor que le han salido esos tics armamentísticos, con la retraída Lisbeth Salander, atractivo personaje de la perturbadora serie fílmica Millenium (2009/2010/2011), es confeccionada aquí como toda una heroína de acción. Y es que recordemos que las películas homónimas Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un galón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire, fueron protagonizadas por Noomi Rapace como la hacker Lisbeth Salander y Michael Nyqvist en el rol del periodista Mikael Blomkvist de la ficticia revista Millenium; a pesar de ser unas producciones mas que buenas, correctas, eficaces y estremecedoras como sus contrapartes escritas y de haber recibido diversos premios y reconocimientos, la notoriedad alcanzada por la serie condujo a la inevitable realización del remake en inglés vía el cine de Hollywood. En esta versión, el director Fede Álvarez nos entrega una película en su forma con una admirable manufactura en todos los aspectos técnicos, incluyendo la fotografía y las bien llevadas secuencias de acción y aventura. El único problema es que la cinta nos presenta a una Lisbeth Salander recargada de adrenalina, que más bien pertenece a una película de espionaje internacional con todo y autos deportivos, exóticos vestuarios y funestos villanos megalómanos y no a la serie Millenium. Pero vale la pena para entretenerse durante un par de horas en la sala del cine comercial de su preferencia, sobre todo si no son especialmente fanáticos de los libros y de las demás películas en la popular saga de culto, esta es una película muy apta para los seguidores del entretenido cine de acción y espías, claro a la manera y estilo Hollywood.
 
Reseña: La chica en la telaraña
 
Por: Lic.Ernesto Lerma, titular de la sección y columna periodista.

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