20th Century FoxCineOpiniónRepública CinéfilaSuper Héroes

República Cinéfila | Deadpool 2

Con una base de fans de las historietas del popular e irreverente antihéroe de Marvel Comics que fue bien ganada por el increíble éxito de la primer cinta en el 2016, “Deadpool 2” es una película aún más desquiciante, violenta, lasciva, autorreferencial y con mas vueltas de tuerca al fenómeno de los superhéroes, con la mejor manera de descomprimir el cerebro tras ver el taquillazo mundial de “Avengers: Infinity War” y reivindicar que los protagonistas de acción pelean, saltan por los aires y se redimen, pero también se equivocan, se encasquetan y vacilan.
 
Esta divertida secuela con su gran escena postcréditos, que ya esta siendo considerada como la mejor del cine en los personajes de capas y mallas que has visto hasta el momento, es todo lo que los fanáticos de Deadpool, los superhéroes y la comedia esperaban del mercenario hablador, incluso más maníaca, más obscena y más chocante.
 
La acción del cineasta David Leitch encumbra a Deadpool a lo más alto. Si las franquicias de los filmes de “Iron Man” y “Guardianes de La Galaxia” sirvieron para que las películas de superhéroes se despojaran de esa carga de gravedad y grandilocuencia que había dominado el género durante mucho tiempo y se impregnara de un espíritu más canalla y juguetón, “Deadpool” (Tim Miller, 2016) supuso un paso más allá a la hora de imprimir unas dosis de irreverencia que excedieran las fronteras de lo políticamente correcto dentro del cine hollywoodense comercial convencional.
 
En los entretenidos cómics de Marvel, el personaje ya se erigió en la contestación satírica al universo superheroico, desde la marginalidad. Y, es en ese sentido, que Deadpool fue concebido para saltarse las reglas, para ser autoconsciente de su condición, romper la cuarta pared, dirigirse al lector y espectador con desparpajo a lo gandalla y convertirse en estos 2 filmes en toda una máquina de reciclar referencias de la cultura popular. En la sinopsis oficial en la historia de esta segunda parte, Deadpool (Ryan Reynolds) debe ayudar a Russell, un adolescente con superpoderes detrás de quien está Cable (Josh Broslin), un violento asesino del futuro.
 
Tras recibir el rechazo de los X-Men, Deadpool reclutará a un variopinto y dudoso equipo de superhéroes a quienes reúne bajo el nombre de X-Force, buscando hacerle frente a Cable y evitar que mate a Russell. En la segunda entrega de las aventuras del antihéroe más irreverente de Marvel que repite el éxito de la anterior. Reynolds vuelve en su papel como Wade Wilson, el álter ego del desvergonzado mutante, que por cierto es el coguionista y productor.
 
Deadpool 2
 
En esta segunda parte vuelven los créditos iniciales delirantes, los chistes a costa de la veterana editorial rival de Marvel la DC Comics, los X-Men con los guiños y referencias al Wolverine de Hugh Jackman que justifican muy bien este filme y la carrera del propio Ryan Reynolds; las burlas a la cultura popular desde la actriz Kirsten Dunst en “Entrevista con El Vampiro” (1994) al cruce de piernas de Sharon Stone en “Instinto Básico” (1992); y obviamente el alto contenido sexual. Como si con multiplicar todo lo que te conquistó de “Deadpool” (2016) no fuera suficiente, esta estupenda entrega también remedia las fallas de la primera.
 
El director David Leitch (“John Wick”, “Atómica”), consigue el equilibrio perfecto entre el humor y la acción y aventura, que fue para mi gusto una asignatura pendiente en el anterior filme, entremezclando coreográficas peleas cuerpo a cuerpo entre Wade Wilson y Cable con batallas colosales en CGI, y con una espectacular persecución en camiones blindados y scooters.
 
Todo ello pasado por una ecléctica banda sonora que en los momentos álgidos de la trama suenan las canciones “Tomorrow”, del musical “Annie”, o “Papa, Can You Hear Me?”. Y luego está el grupo X-Force, desde ahora se convierte en el supergrupo favorito en la gran pantalla. No solo porque tiene a Domino, Cable y Peter, sino porque la banda de Deadpool nos regala la mejor escena del filme con la única ayuda de unos paracaídas. Y es que cuando Reynolds volvió al cine de superhéroes con “Deadpool”, el principal problema al que tuvo que hacer frente, más allá de la falta de presupuesto económico para realizarla, fue que nadie daba un duro por un Wade Wilson desconocido para la audiencia mainstream.
 
Dos años después con una nominación a los Globos de Oro 2017 y millones de dólares en taquilla, la secuela del mercenario boca floja tenía que vencer un nuevo obstáculo. Ofreciendo en esta nueva entrega, que ya ni siquiera cuenta con el factor sorpresa, más allá de las consabidas obscenidades para adultos, mas referencias pop, con las interesantes y llamativas rupturas de la cuarta pared, volteretas a cámara lenta y una vorágine de divertimento descarado. Afortunadamente esta secuela tiene mucho más que ofrecer, hasta llegar a superar incluso a su predecesora. “Deadpool 2” es la carta de amor o de odio, según cómo se mire definitiva de Reynolds al actual cine de superhéroes hollywoodense.
 
Pero siendo bien objetivo, le falta algo de esa frescura inherente que tenía su predecesora, desprendiendo una cierta sensación de agotamiento por exceso y acumulación, pero continúa funcionando muy bien como una bomba avasalladora de acción hiperviolenta y de chistes tontos cuya combinación explota a un ritmo insensato y demente. Puede que su propia naturaleza esquizofrenica sea en ocasiones, un tanto machacona, pero como compensación, tenemos las brillantes coreografías salvajes en peleas de Leitch en el estilo de sus anteriores películas en dinámica cámara, la contundente personalidad de la nueva Domino (Zazie Beetz), ademas de una súper balada de la cantante canadiense pop romántica Céline Dion y la sensación de que por una vez, no todo está tan planeado al milímetro, sino que más bien obedece a un caos y una anarquía de lo más estimulante.
 
 
Mi 8.5 de calificación bien ganado a “Deadpool 2” que tiene la virtud de funcionar en varios niveles, ya que si no sabes mucho de los cómics de Marvel, no importa, esta es una película lo suficientemente guarra, violenta y dinámica para ser muy divertida y entretenida independientemente si eres un experto nerd con las brillantes referencias a la cultura pop y las historietas que encontrarás donde rivalizan por ejemplo con la cinta de “Ready Player One”, aunque estas están un poco más ocultas porque están bordadas sobre la necesidad de burlarse, bullear y destrozar al género para finalmente definirse como a sí mismas como cine de superhéroes tomando los elementos del género para acabar con ellos, pero incorporando con tal frescura dichos elementos que termina incrementando el estatus del género en lugar de despedazarlos.
 
Como ya lo hizo “Deadpool” de 2016, que tras su éxito de crítica y de taquilla terminó convenciendo a los estudios de que las películas sobre cómics con clasificación para un publico adulto pueden funcionar a gran escala. Conservando las virtudes de su primera entrega resultando igual de provocativa, divertida, emocionante, perversa y desagradable que la original, pero quizá su mayor virtud es obligarnos a pensar en la definición misma de lo que es el cine para adultos, algo que no sólo lo deben definir los grados de violencia, los desnudos, las palabrotas ni las escenas de sexo, sino la complejidad de las tramas, aunque se trate de personajes surgidos de los personajes de superhéroes de cómics.
 
Con un buen reparto que no tiene desperdicio en las nuevas caras de Domino, Cable, Russel y demás que interactúan a la perfección con los viejos conocidos como Negasonic, Colossus, Blind Al, Weasel y Dopinder que se insertan correctamente en la violenta historia de amor de Wade y la bella Vanessa (Morena Baccarin). Lógicamente también tiene el cameo más sorprendente que puedes esperar donde aparecen personajes de los cómics que tampoco esperabas en una gran producción fílmica con mayor presupuesto para fans de los superhéroes abiertos de mente con lo mejor, que los chistes con Linterna Verde sigan funcionando y con lo peor, que los momentos dramáticos no son su fuerte. Ya es una regla bien establecida en el popular cine contemporáneo de Hollywood de superhéroes, que segundas partes son mejores que la primera y esta lo es de sobra.
Deadpool 2
8.5: Desquiciante
 
Lic.Ernesto Lerma, titular de la sección y columna periodística.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

SiteLock
LATEST NEWS