Cine | La Rebelión (Captive State)
Captive State, (nombrada en México como “La Rebelión”) es una de esas películas que estaban en mi lista de imperdibles para este año 2019.
La premisa es interesante, se trata de una raza alienígena que llega a la tierra con tecnología abrumadoramente superior, la raza humana no puede hacer nada para enfrentarlos y en poco tiempo los gobiernos del mundo se someten a la voluntad de los alienígenias, convirtiéndolos en los legisladores del mundo.
A partir de ese momento, la policía responde directamente a ellos, se acaba la guerra, a todos los humanos se les asigna un trabajo y una paga, el crimen se reporta y detiene de forma eficiente, es una sociedad casi perfecta.
Sin embargo a los humanos no les gusta el orden, sobre todo no les gusta ser mandados por alienígenas de otro planeta, así que surgen algunas células terroristas con el objetivo de desmantelar la ocupación.
Hasta aquí la trama suena interesante, es casi un reverso de lo que vimos en películas como District 9 de Neill Blomkamp, sin embargo el acercamiento a la trama es lo que disminuye todo su potencial.
De entrada tenemos a John Goodman como protagonista y no digo que no sea un gran actor capaz de cargar con todo el peso argumental de la trama, pero al ver la cinta resulta penosamente obvio que Goodman y Vera Farmiga tienen créditos protagónicos sólo por su calidad de estrellas taquilleras cuando en realidad sus participaciones son cameos glorificados.
La historia sigue a Gabriel Drummond (Ashton Sanders) quien es el hijo de un policía muerto durante la ocupación y hermano de uno de los líderes de la célula terrorista que intentó plantar una bomba en uno de los complejos alienígenas construidos en la ciudad, sin éxito.
Lo único que provocó este atentado terrorista fue que una parte completa de la ciudad fuera destruida para erradicar a cualquier inconforme que pudiera quedar en la zona y sirve muchas veces como referencia de lo que puede pasar si tratas de anteponerte a Los Legisladores.
Y repito, la historia suena en papel buena e interesante, pero la ejecución es un tanto confusa, se desarrollan varias tramas al mismo tiempo que nos hacen pensar en un gran esquema, un plan maestro en contra de la ocupación, pero con un ritmo lento y monótono, es como si la película no pudiera decidirse en ser un thriller sci-fi o una película de misterio o de género policiaco.
Los giros de tuerca no son tan sorprendentes, resultan evidentes pues los guiños son superficiales.
La calidad en general me recordó a un episodio de televisión alargado.
Tal vez la historia hubiera funcionado muy bien en una serie como Black Mirror, en un formato de solo una hora y sin tanta exposición que solamente diluye una historia que en realidad es muy sencilla: un grupo terrorista intentando plantar una bomba.
Pero la finalidad misma de los terroristas me resulta hueca y sin repercusión, la película nos demuestra que la tecnología alienígena es inmensamente superior a la humana, plantar una bomba en uno de sus edificios para demostrar que los legisladores son vulnerables y “encender la llama de la revolución” no me parece la mejor manera de hacer las cosas.
Y ese es el único “gran” plan de la humanidad que se muestra en la cinta. ¿De verdad a lo único que podemos recurrir es a violencia segmentada sin sentido o propósito? Además, díganme traidor, pero tener una sociedad sin guerra y organizada con trabajo para todos me parece mil veces mejor a devolverle las riendas a los humanos.
Y si, tal vez los alienígenas nos eliminen una vez que hayan agotado los recursos naturales del planeta, pero una de las tantas subtramas es que de hecho están tomando a un grupo selecto de humanos para llevarlos a otros planetas, yo siento que colonizar el universo es una mejor meta que simplemente bombardear edificios.
Y resulta algo irónico, que una película norteamericana nos quiera hacer sentir empatía con los grupos terroristas que llegan a bombardear la ciudad y desestabilizar nuestro estilo de vida.
En resumen, es una película palomera que entretiene a momentos, pero que resulta demasiado larga, en donde sus “estrellas” aparecen apenas durante un cuarto de la cinta completa y en donde su complejo plan y ejecución para liberar a la humanidad resultan más frágiles que una hoja de papel, en mi opinión tiene un 7 de 10.
Lo rescatable: son algunos efectos visuales, la actuación de John Goodman y Vera Farmiga que hacen lo mejor que pueden con sus papeles tan poco desarrollados.
En Estados Unidos, en el año 2025, ¡la libertad ya no es un lujo!
LA REBELIÓN es un guion original del cineasta Rupert Wyatt y Erica Beeney, que describe una Chicago irreconocible casi una década después de que haya sido ocupada por una fuerza extraterrestre. La película, que Wyatt (Rise of the Planet of the Apes, The Gambler, The Escapist) escribió en forma conjunta con la guionista Beeney (The Battle of Shaker Heights), utiliza un entorno de ciencia ficción para iluminar oportunamente el moderno estado de vigilancia y las amenazas a las libertades civiles. También describe el papel de la disidencia dentro de una sociedad autoritaria a través de los ojos de un par de hermanos, separados por mucho tiempo después de la invasión, que se reúnen justo cuando el mayor de los dos dirige a un pequeño grupo de revolucionarios locales para poner en práctica un complot para deshabilitar el monitor de seguimiento de los alienígenas sobre la Torre Sears. El éxito de la misión podría señalar no solo la desaparición de los extraterrestres, sino también la libertad de la humanidad.
La película está protagonizada por John Goodman (10 Cloverfield Lane, Patriot’s Day, Kong: Skull Island) en el papel de William Mulligan, un veterano policía de Chicago que, durante años, ha investigado obstinadamente una facción clandestina empeñada en acabar con la ocupación alienígena, tanto por su dedicación a la ley como por lealtad a su fallecido compañero, asesinado en la invasión, cuyos hijos pueden ser participantes activos en la célula; Ashton Sanders (Moonlight, Straight Outta Compton, The Equalizer 2) como Gabriel, el menor de dos hermanos que continúa buscando a su hermano mayor perdido, que se creía muerto, pero ahora se rumorea que está vivo y entre un pequeño grupo de disidentes que traman el derrocamiento; Jonathan Majors (When We Rise, Hostiles, White Boy Rick) como Rafe, el hermano de Gabriel, el fugitivo subterráneo fantasma llamado ‘El Fénix’ que lidera la misión para subvertir a los alienígenas bombardeando la Torre Sears y destruyendo el dispositivo en lo alto del rascacielos; la nominada al Oscar® Vera Farmiga (Up in the Air, The Conjuring, Godzilla: King of Monsters) como Jane Doe, una conocida de Mulligan, cuyo misterioso pasado, ahora encubierto con el disfraz de escolta, puede haber preordenado lo que el futuro le depara a la humanidad.