Estamos recibiendo la noticia por parte de Luis Gantús quien escribió las siguientes palabras en su facebook:
«Lamento profundamente informar que Adalisa Zárate acaba de fallecer a causa de complicaciones de una infección.
Adalisa era una de las más entusiastas y dedicadas historietistas que tuve la oportunidad de conocer, desde la primera Conque colaboró conmigo, era una gran conocedora de la historia del manga, escritora, dibujante, gestora, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesitara. Creadora de I.doll, historieta publicada en Toukan Manga en la década de los 90, y con varias novelas gráficas en su haber.Pero ante todo era una gran amiga, un bello ser humano y alguien que siempre estuvo presente en diversas etapas de mi carrera, es un momento triste y solo agradezco que ya descansó de la infección que cada día la debilitaba más.
DESCANA EN PAZ ADA. Nunca te rendiste y eso te hizo valiosa para todos los que te conocimos.»
Adalisa Zárate era una de esas figuras que siempre estaba presente en las convenciones de cómic de la ciudad de México, recuerdo haber convivido con ella por primera vez en una DraconCon en que fuí intérprete del artista Phil Yeh, ella junto con Gaby Maya se encontraban en el stand de al lado con la revista Animanga, que en ese entonces era una de las mejores fuentes que teníamos sobre el mundo del anime japonés.
Desde esa convención, tuvimos una relación bastante cordial, en el sentido de que siempre me saludaba muy bien y me recordaba, cada que me la encontraba en eventos le pedía algún dibujo sobre I.Doll, yo era muy fan de su protagonista, Irene.
Aún cuando dejé de asistir a convenciones, le seguí la pista a su trabajo y seguimos platicando ocasionalmente gracias a las redes sociales, tuve la oportunidad de invitarla a nuestro programa «Giant Metal Robotto» algunas veces, era una experiencia interesante, ya que ella trabajaba bastante con su socia en crear mangas para el mercado estadounidense por lo que no tenía mucho tiempo libre, así que en esas ocasiones íbamos hasta su casa, nos poníamos a platicar y mientras iba fluyendo la charla yo colocaba los micrófonos, la computadora y todo lo necesario para grabar, de modo que cuando comenzaba la grabación nosotros ya andábamos en media charla sobre un tema y con eso nos seguíamos un par de horas.
Tuve mis escasos y discontinuos números de I.Doll, pero en realidad nunca se me ocurrió llevárselos a firmar, el único autógrafo en obra que tengo de ella fue en los tomos de «Travelling Seers» un genial proyecto de un equipo de beisbol fantasmal, que tuve el agrado de apoyar en crowd funding.
Aunque me regañaba por las tonterías que decía, nunca se enojó conmigo de verdad, me corregía cuando yo la zurraba en un tema controversial en redes sociales, pero siempre podíamos llegar a un acuerdo entre la polémica.
Voy a extrañarla mucho y esas tardes de platica botanera que compartimos juntos, descansa en paz, querida Ada.