BB KING ME ABANDONO
POR ALLAN MÁRQUEZ
Gracias Muddy por la electricidad, gracias Dixon por la poesía, pero en verdad gracias al rey B.B por despertarme cada mañana y hacer que me olvide del maldito pop y la electrónica que suena en los micros y en los vagones del metro.
He llegado a mi parada, desciendo y me dirijo a mis clases, mis pasos siguen el ritmo de “So Excited” ¡oh si! Así me siento cuando miro a mi chica durante las mañanas después de la ducha. Cierro los ojos mientras camino y la miro de nuevo mientras tu gritas “I so excited” y el solo climático de esa guitarra que empuñas –Hendrix y Clapton te deben mucho- retumba en mi cabeza mientras camino por los pasillos de la escuela, y no me los saludos, ni las miradas de los compañeros, lo único que importa es como suena tu guitarra, la cual hace que transpire y me dirija al baño para sacudir mi cuerpo mientras descargo el éxtasis urinal.
Tomo aire y la pista se detiene, mi corazón palpita aceleradamente, me miro en el espejo que se encuentra en el lavamanos y suspiro. Camino lentamente con la cabeza hacia abajo, me dirijo a mi salón de clases y abro la puerta.
El ruido descomunal de los alumnos sofoca mi mente y trato de respirar para oxigenar mi cerebro. Lentamente voy a mi escritorio y me quito la mochila de los hombros, la pongo sobre una silla, abro la mochila buscando el cargador de mi reproductor y me percato que no lo traigo –mierda- digo hacia mi interior mientras al fondo del aula se escucha como mis queridos alumnos cantan rolas de Shakira y Malluma, suspiro profundamente y saco un par de plumones de mi mochila. Escribo en el pizarrón el tema del día y pienso –el rey BB me ha abandonado-.
Harto de los gritos y movimientos pélvicos descomunales de algunos alumnos, levanto la voz “help the poor” todos me miran y ríen. Al fondo del salón veo a un chico atolondrado, sumergido en su mundo, el me da la espalda. Lentamente me acerco a él y veo atónito su motivo de distracción y pienso –Hendrix me ha tendido una mano- Al pararme detrás de mi eclíptico alumno, le toco el hombro y sobresaltado vuelve su mirada hacia mí, traga saliva y yo le sonrío sarcásticamente, el asiente y me entrega su computadora y pienso –gracias Jimi me has salvado-.
He decidido poner una actividad creativa después de abordar el tema y quiero que ellos estén inspirados, así que prendo la computadora y busco conectarme a una red wi fi para reproducir una canción de B.B. Encuentro la canción y la música retumba en el salón. Why I sing the blues comienza a escucharse y yo espero a que ellos entiendan el mensaje, pero es inútil, todos me miran de manera extraña al mismo tiempo que se alcanzan a percibir algunas risitas escondidas.
Abruptamente la pista se interrumpe y miro angustiado la pantalla de la computadora, intento prenderla pero es inútil, así que me dirijo a mi alumno, lo miro y el solo me levanta los hombros. Resignado vuelvo a mi escritorio y espero ansioso y melancólico a que termine mi jornada laboral.
Viajo por Congreso de la unión de vuelta a casa, cansado, hastiado y enojado porque el rey B.B me ha abandonado. Al llegar a casa enciendo la TV, cambio una y otra vez de canal mientras mi reproductor se carga en al corriente para estar listo al otro día. Me levanto por un vaso con agua y al volver a la TV veo que el rey B.B está en ella rifándose unos solos exquisitos, mientras una voz en off rasposa y áspera solo dice –Descanse en paz B.B King-.
De eso han pasado ya unos años y solo recuerdo que un 13 de mayo el rey B.B desde las 10:00 am me ha abandonado.