Viernes de Críptidos | El Cuero

El cuero (en mapuche: trülke wekufü, ‘cuero-wekufe’),​ también conocido como cuero del agua, cuero vivo, manta o manta del diablo, es una criatura acuática presente en la mitología mapuche, y posteriormente incluida en la mitología del centro y sur de Chile, y en parte de la zona del suroeste de Argentina.

Los ríos, los lagos y también el mar, dan alberguea este monstruo sanguinario. Tiene la forma de un cuero de vacuno de gran tamaño (de ahí su nombre indígena “el Threquel huecuvu”, de Thrulque=cuero y huecuvu=geniomaléfico) y ampliamente extendido navega entre dos aguas, mostrando filudas garras en su contorno que simulan los flecos de una manta; en lo que podría ser su cabeza, posee unos tentáculos en forma de tenazas que terminan en un par de ojos rojizos y saltones; en el centro de su cuerpo, lleva una gran ventosa succionadora.

Durante sus correrías por la costa y ante la presencia de una persona, que se encuentre en el agua, a cierta distancia de la orila, por ejemplo una mujer lavando ropa, se acerca presuroso a ella y gracias a su poder mágico la inmoviliza y hace subir, con rapidez inusitada, el nivel de las aguas; cuando éstas han llegado a una altura conveniente envuelve a la infortunada mujer en su cuerpo y en un abrazo mortal la lleva consigo a su cueva, en el fondo de las aguas y la devora; disfrutando especialmente al succionar hasta la última gota de su sangre. Cual mudo testigo de la
macabra escena, la artesa de la mal ograda lavandera se balancea río abajo conteniendo algunas prendas a medio lavar.

Cuando una persona o también un animal, se encuentra nadando, la tarea del monstruo se facilita enormemente y en este caso como en los anteriores los restos de las infortunadas víctimas jamás serán hallados.

En los sitios, en los cuales se supone existe el peligroso y temido Cuero, nadie se atreve a introducirse a sus aguas. No obstante, un machi entendido, puede limpiarlas matando al monstruo. Para ello, lo atrae con métodos especiales que guarda en el más riguroso secreto; una vez a su alcance y enceguecido con las artes de su magia,le lanza un espinudo arbusto de “calafate”; el Cuero; en contacto con el cuerpo extraño y creyendo se trata de una apetitosa presa que degustar, la envuelve y la aprieta fuertemente; las agudas espinas del calafate, penetran implacablemente las carnes, sus paredes y sus sanguíneos, y lo desangran hasta morir.

Ubicación

La gente antigua asegura que el río Gamboa, que desemboca cerca de Castro, fue por largos años guarida de este pez monstruo y por tal motivo, fueron muchas las víctimas que desaparecieron en sus aguas, especialmente bañistas y mujeres que acudían a lavar ropa en sus orillas.

Este mito, nos relata las muertes súbitas , producidas en el agua de ríos, lagos o mares y cuyos orígenes desconocidos, merecieron una explicación satisfactoria: el Cuero.