República Cinéfila | Bumblebee
Con una saga taquillera que adaptó Hollywood de la popular caricatura y linea de juguetes de los Transformers el cineasta Michael Bay vuelve a la franquicia que dirigió entre los años de 2007, 2009, 2011, 2014 y en 2017 pero ahora como el productor oficial de esta preciada precuela, desocupando la silla oficial de director para ceder la batuta al realizador Travis Knight, quien fuera la cabeza detrás de la aclamada cinta de animación “Kubo and the Two Strings” (2016). En la sinopsis oficial en la trama de esta historia, dos décadas antes de los eventos de la primer película “Transformers” (2007)Bumblebee el automóvil Camaro amarillo que se comunica a través de canciones con la voz del actor Dylan O’Brien se estrella en 1987 en un depósito de chatarra ubicado en la ciudad de San Francisco California, resguardado por su amiga Charlie (Hailee Steinfeld); el intrépido Autobot hace todo lo posible para adaptarse a la Tierra en la década de los años 80, mientras evade a un grupo de Decepticons que están detrás de él con la primera lucha terrestre entre los Autobots y los Decepticons. El joven soldado B-127 es enviado por su líder Optimus Prime a nuestro planeta para fijar la nueva base de los Autobots, sin embargo, al llegar falla su sistema y su memoria es dañada, no sin antes escanear a un Volkswagen amarillo y adoptar esa forma. Tiempo después es descubierto por Charlie y ahí comienza la aventura para ambos. En un viaje apasionado al pasado, con un claro homenaje a los juguetes que inspiraron los filmes y con un tributo visual a la cultura pop que arrojó aquella época, esta es por fin la película de la serie fílmica de los Transformers que estábamos esperando. Knight logra una cinta mucho más humana que cualquiera que haya existido en la saga porque se despide de muchos personajes y, sobre todo, de los estereotipos que ya sobraban en las películas de Bay desde la comedia de John Turturro o la exagerada testosterona de Mark Wahlberg, hasta la hipersexualización de mujeres como Megan Fox, los Decepticons con testículos de metal, y perritos en brama sólo porque sí. “Bumblebee” le da un gran soplo de aire fresco a una franquicia cinematográfica exitosa en términos financieros, pero que venía debilitándose en narrativa y personajes, siendo cada vez más y más robótica y menos humana, ahora eso queda detrás gracias a la amistad entre una adolescente y un Autobot, que es el más humano que haya existido de los Transformers.
El inicio de la cinta cuenta con un prólogo muy electrizante y emocionante que muestra la caída del planeta Cybertron, que evidentemente es una secuencia realizada para todos los fanáticos de la saga. Esta bastante claro que Knight logró un profundo afecto por los Transformers, usando todas las notas nostálgicas que le dio el buen y correcto guión, creando una ambientación rodeada de toda la cultura tecnológica de esa década. En cuanto a la forma de lo que se refiere a la destrucción sin sentido, Knight está muy consciente de que menos es más porque mientras Bay destruyó ciudades sólo por costumbre visual en las anteriores películas, Knight raciona cuidadosamente la violencia para hacer que cada golpe cuente.
Como un niño que finalmente descubre que romper los juguetes sin sentido resulta de ser divertido en algún punto, Christina Hodson nos entrega un guión bastante lúdico e ingenioso en cuanto al fondo de la trama sobre la vida interna de un robot. La experiencia de Knight cuya experiencia detrás de cámaras es abundante en filmes de animación independientes, logra hacernos ver el mundo a través de los ojos del simpático Autobot Bumblebee. Y es que no se siente que vimos un producto de Bay sino de otro gran cineasta y productor hollywoodense de la película en el que Knight se inspiró, ya que el ADN de un gran realizador fílmico como Steven Spielberg se siente en “Bumblebee”, dando como resultado una auténtica película de los años 80, no sólo en la estética, sino en la sensibilidad fraternal y la virtud del compañerismo. Ademas de que Spielberg ha servido de productor ejecutivo para todas las películas de Transformers, “Bumblebee” es la más cercana al cine que ha hecho el director de obras como “E.T.” (1982) o “Jurassic Park” (1993). Es el cine que en los 80 ubicó a los adolescentes y niños como protagonistas de sus historias, en donde se enfrentaban al mundo real, así fuera la sala de detención de su escuela en “El Club de Los Cinco” (John Hughes, 1985) o aprendiendo a defenderse como en “Karate Kid” (John G. Avildsen, 1984). la joven actriz Hailee Steinfeld junto con el vochito amarillo de Bumblebee encajan perfectamente en el llamado cine de la compañía productora de Spielberg Amblin de aventuras y acción aunque quizá de más en la influencia de este cine es evidente, tanto así, que da la sensación de que se calcó sobre un guion de “E.T.” Aun así, el trabajo de Knight y Steinfeld logra que eso pase a segundo plano, porque tenemos una película de Transformers que es más de lo que parece y entrega más de lo que se esperaba porque a diferencia de los soldados que siempre presentó Bay, el Autobot Bumblebee no se toma a sí mismo tan en serio y eso se agradece.
Mi 8.5 de calificación para “Bumblebee” que logra destacar como una mas que buena y correcta precuela que retrata la primera lucha terrestre entre el bando de los buenos los héroes Autobots y los villanos Decepticons, a pesar los miles de millones de dólares que la franquicia de Transformers ha generado alrededor del mundo, lo cierto es que su calidad narrativa en cuanto al fondo ha dejado mucho que desear. En la forma, Michael Bay había creado un universo que cada vez se volvía más grande y complejo, mientras que nosotros tratábamos de adivinar qué ocurría en la gran pantalla detrás de sus decenas de explosiones e imágenes CGI. El cineasta Travis Knight realiza una estupenda cinta que no oculta sus influencias en el cine de Hollywood en el genero de la aventura y la acción de los años 80.
En cuanto a las actuaciones, Hailee Steinfeld logra sostener la película como la chica protagonista humana gracias a su buena química en pantalla y a los matices que le da al personaje de Charlie, quien se está enfrentando al mundo real al tiempo que lidia con la ausencia de su padre, con el resto del elenco humano que logra un trabajo sólido, especialmente al luchador y actor John Cena, quien interpreta a una figura militar amenazante por momentos, pero que nunca pierde de vista el hecho de que estamos en una película de aventuras con robots gigantes. “Bumblebee” utiliza canciones y artistas en su soundtrack de una forma ingeniosa y constante que ligeramente coquetea con el uso del éxito del momento, pero sin llegar a excederse, lo cual es otra gran diferencia con las pasadas películas de Transformers. El resto de las referencias a la cultura popular de los años 80 están ahí sin ser obvias o forzadas es una década que se percibe muy natural. Esta es una muy buena película que realmente le da una mejora en muchos sentidos a la narrativa de la sencilla premisa de aventura y acción en la trama de los Transformers.
Lic.Ernesto Lerma, titular de la sección y columna periodística.