13 de septiembre, día mundial del chocolate.
Casa Bosques Chocolate se ha ganado un lugar especial en el mundo del chocolate artesanal. Fundada en la exploración de la historia, los métodos, los orígenes y la cultura del chocolate, Casa Bosques elabora sus productos con el mismo cuidado con el que los agricultores cuidan y cosechan cada frijol tradicional. La plataforma se abastece de pequeños ranchos en todo México y América Latina, particularmente de un pequeño rancho en la región sur de Pichucalco, Chiapas. Este enfoque permite una estrecha participación en cada paso de la producción, asegurando un proceso sustentable y ético.
Cada barra de Casa Bosques comienza con solo dos ingredientes esenciales: granos de cacao tradicionales y azúcar de caña orgánica. Esta simplicidad es la clave para resaltar los matices naturales del cacao, permitiendo que los sabores inherentes brillen con cada bocado. La combinación de ingredientes éticos y de alta calidad no solo eleva la experiencia del chocolate, sino que también refleja el compromiso de Casa Bosques con la excelencia y la sostenibilidad.
En esta ocasión, invitaron al reconocido chef Marco Carboni, creador de Sartoria, Pizzería della Madonna, Bottega, Polpo y KillBill, para crear una barra de chocolate única. Carboni decidió rendir un homenaje a los sabores del sur de Italia, especialmente los de Sicilia, lugar en el que los árabes introdujeron los pistachos y las naranjas hace más de mil años.
Lo más importante para el chef era intensificar la nota a tierra de los pistachos tostados, perfumada por la esencia de las flores de azahar. Entre Casa Bosques y Marco Carboni, decidieron que el cacao blanco criollo del Soconusco era la combinación ideal entre la delicadeza y el poder para enaltecer todos los sabores. El resultado es una experiencia de chocolate que es nostálgica pero de cierta forma fresca, deliciosa y pura. La colaboración entre Casa Bosques y Marco Carboni, resultó en un chocolate con mazapán de pistacho, sal, agua de azahar y ralladura de naranja.
El empaque fue diseñado para hacer un guiño a la Plaza Río de Janeiro, cercano a los restaurantes de Marco Carboni en la calle de Orizaba. Al centro de la misma plaza se encuentra una fuente con una copia de la escultura David, de Miguel Ángel, haciendo referencia al país natal del chef.
La barra de chocolate, elaborada de manera artesanal en el laboratorio de Casa Bosques en Ciudad de México con cacaos criollos orgánicos de la región de Chiapas. Es una creación que une la tradición siciliana y el cacao mexicano. Este 13 de septiembre, celebra el Día Mundial del Chocolate con una barra que refleja lo mejor de dos mundos, testimonio del arte culinario de Marco Carboni y la pasión de Casa Bosques.
