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Sam Rivers, bajista y cofundador de Limp Bizkit, muere a los 48 años

Sam Rivers, bajista y miembro fundador de la banda de metal Limp Bizkit, falleció el sábado, según anunció la banda en redes sociales. No se especificó la causa de su fallecimiento, aunque tenía antecedentes de enfermedad hepática relacionada con el alcohol; tenía 48 años.

«Hoy perdimos a nuestro hermano. Nuestro compañero de banda. Nuestro latido», escribió la banda. «Sam Rivers no era solo nuestro bajista; era pura magia. El pulso de cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido».

Nacido en Jacksonville, Florida, en 1977, Rivers comenzó a tocar música en la secundaria, empezando con la tuba porque su amigo, el futuro baterista de Limp Bizkit, John Otto, tocaba la batería de jazz. Aunque a menudo se dice que Rivers y Otto son primos, inicialmente creyeron que eran parientes, pero resultó que no lo eran.

Más tarde, Rivers se pasó al bajo y la guitarra, y se hizo amigo del futuro cantante y rapero de Limp Bizkit, Fred Durst. Ambos formaron una banda de corta duración llamada Malachi Sage, pero pronto se reagruparon con Otto para formar Limp Bizkit en 1994, uniéndose al alocado guitarrista Wes Borland (quien abandonaría y volvería a la banda varias veces) y, más tarde, al exmiembro de House of Pain, DJ Lethal.

La banda se alineó con el creciente movimiento «nu-metal» y, tras un concierto en Los Ángeles como teloneros de Korn, firmaron con Flip Records, cuyo fundador, Jordan Schur, posteriormente firmó un acuerdo de distribución con Interscope para el álbum debut de la banda. Ese álbum, «Three Dollar Bill Y’all», se lanzó en 1997, y la banda realizó una extensa gira con Deftones, Helmet y en la gira Warped. El rápido revuelo culminó con su siguiente álbum de 1999, «Significant Other», impulsado por el sencillo «Nookie» y una versión metalera medio seria del éxito de George Michael «Faith».

El álbum se disparó al número 1 del Billboard 200 y Limp Bizkit se convirtió rápidamente en una de las bandas de rock más importantes del país. Sin embargo, su actuación en el desastroso festival de Woodstock de 1999 se vio empañada por la violencia; muchos culparon a Durst del alboroto, ya que hizo crowdsurfing sobre madera contrachapada que los alborotadores habían arrancado de las instalaciones del festival y luego gritó «No fue nuestra culpa» al abandonar el escenario, aunque las opiniones varían. La violencia se saldó con tres muertos, decenas de heridos y 44 detenidos, en medio de múltiples incidentes de violación, vandalismo e incendios provocados.

La banda continuó con el álbum de 2000 «Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water», pero las letras y comentarios sin filtro, a menudo homofóbicos y sexistas de Durst, y los continuos conflictos entre él y Borland, provocaron la salida de este último de la banda en 2001. Rivers pasó a la guitarra para el álbum de 2003 de la banda, «Results May Vary», pero Borland se reincorporó al año siguiente.

Limp Bizkit hizo una pausa en 2006 y Rivers trabajó como productor con las bandas de Jacksonville Burn Season y The Embraced, cargo que continuaría tras la reunión de la banda en 2009. Limp Bizkit continuó de gira y lanzando álbumes esporádicamente durante los años siguientes, aunque Rivers abandonó la banda en 2015 por problemas de salud que, según reveló posteriormente, se debían a problemas hepáticos debidos al abuso de alcohol.

“Tuve una enfermedad hepática por el consumo excesivo de alcohol… Tuve que dejar Limp Bizkit en 2015 porque me sentía fatal, y unos meses después me di cuenta de que tenía que cambiarlo todo porque tenía una enfermedad hepática muy grave”, le contó Rivers al escritor Jon Wiederhorn. “Dejé de beber e hice todo lo que me dijeron los médicos. Recibí tratamiento para el alcohol y un trasplante de hígado, que fue perfecto para mí”.

Se reincorporó en 2018 y permaneció allí hasta su muerte.

“Fue una persona única en la vida. Una verdadera leyenda de leyendas”, concluyó la banda en su publicación del sábado. “Y su espíritu vivirá para siempre en cada ritmo, cada escenario, cada recuerdo”, continuó la banda. “Te queremos, Sam. Te llevaremos siempre con nosotros. Descansa en paz, hermano. Tu música nunca termina”.

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