En un mar de roguelikes que ponen a prueba la habilidad del jugador, de vez en cuando emerge un título que exige algo más: tu alma. Lost in the Open, la brutal y narrativa propuesta del estudio independiente Black Voyage Games, es uno de esos títulos. Tras causar un impacto abrumadoramente positivo en la Gamescom 2025, este inmersivo RPG táctico llega al Acceso Anticipado en Steam, prometiendo un viaje tan desesperado como inolvidable.
La premisa es tan antigua como la tragedia griega, pero con el filo de una espada de acero: eres un rey traicionado, un paria que huye para salvar la vida. Aquí no hay profecías de un elegido ni un glorioso camino del héroe. Solo la cruda y sangrienta supervivencia.
El Peso de una Corona Rota
Lost in the Open te sumerge en un mundo medieval de baja fantasía, despojado de magos todopoderosos y dragones celestiales. En su lugar, encontrarás el fango, la traición y la desesperación. Te pones en la piel del Rey Nrvesk, un monarca de mala reputación que escapa por los pelos de un atentado contra su vida en la ciudad de Stratha. Con apenas un par de leales guardaespaldas a su lado, debe emprender un peligroso viaje de regreso a casa, constantemente perseguido por aquellos que usurparon su trono.
Este viaje no es una línea recta, sino un laberinto generado procedimentalmente a través de una tierra de nadie hostil. El objetivo no es solo sobrevivir, sino quizás, en el camino, expiar las transgresiones que llevaron a Nrvesk a su caída. La narrativa no es un simple telón de fondo; es el corazón palpitante del juego, y cada decisión que tomas es una nueva puntada en el tapiz de tu posible redención o de tu condena final.
Cada Paso, una Apuesta; Cada Batalla, una Cicatriz
La genialidad de Lost in the Open reside en cómo fusiona su narrativa con la mecánica de juego. Cada encuentro en el mapa es una decisión de alto riesgo. Esa luz lejana que parpadea entre los árboles, ¿pertenece a un campamento de mercaderes amistosos o a una banda de sanguinarios bandidos esperando en una emboscada? ¿O es, quizás, algo mucho más siniestro?
Cada decisión debe sopesarse con cuidado, pues sus consecuencias son permanentes dentro de esa partida. La salud y las heridas sufridas se trasladan de una batalla a otra, convirtiendo la gestión de tu compañía en un tenso acto de equilibrio. Aquí no hay posadas mágicas donde recuperarse por completo. Cada escaramuza deja una marca, física y mental, obligándote a sopesar si vale la pena arriesgar a tu mejor arquero por un puñado de suministros.
El Rey es la Pieza: Combate Táctico en 8 Direcciones
En el campo de batalla, Lost in the Open brilla por su profundidad táctica. La regla de oro es simple y aterradora: si el Rey Nrvesk muere, la partida termina. Esto transforma cada combate en una partida de ajedrez letal. Nrvesk es un guerrero competente, y puedes moldearlo para que sea un líder de apoyo que inspire a sus tropas desde la retaguardia o un baluarte casi imposible de matar que aguanta la línea del frente.
La mecánica de combate en 8 direcciones eleva la importancia del posicionamiento a un nuevo nivel. Ya no basta con atacar de frente. Flanquear a un enemigo, romper su formación o empujarlo a una posición vulnerable puede cambiar el curso de una batalla que parecía perdida. A su vez, debes proteger tu retaguardia con uñas y dientes, porque un solo error de posicionamiento puede llevar a una derrota devastadora.
Un Viaje que Vale la Pena Repetir
La rejugabilidad es uno de los pilares del diseño. Cada uno de tus compañeros puede ser moldeado a través de rutas de mejora únicas que se redefinen con cada nueva partida, asegurando que no haya dos compañías iguales. Además, los desarrolladores han planeado múltiples finales, que dependerán de las decisiones morales y estratégicas que tomes a lo largo de tu viaje. ¿Gobernarás con honor, incluso en el exilio, o te convertirás en el monstruo que tus enemigos dicen que eres para poder recuperar tu trono?
Lost in the Open se perfila como una experiencia imprescindible para los amantes de los RPG tácticos que buscan un verdadero desafío. Es un juego que entiende que la verdadera tensión no proviene solo de la dificultad de sus batallas, sino del peso de las consecuencias de tus actos. Prepárate para liderar, para luchar y, muy probablemente, para caer. Pero en cada nuevo intento, una nueva historia de supervivencia y quizás, solo quizás, de redención, espera ser escrita. ¡Larga vida al Rey