Voltron, Maravilla de Dreamworks.
Como están, malditas almorranas molestas. Espero que de vacaciones y no chambeando. Aunque me imagino que su pobreza los obliga a esclavizarse por unos pesos. Pero bueno, eso es bronca de ustedes. Hoy les quiero hablar de Voltron, Defensor del Universo, serie que desde el año pasado se estrenó en Netflix. Si no la han visto… ¿qué estan esperando? ¿Que les pongan una pistola en la cabeza? ¿O son tan pobres que no pueden pagar una cuenta de Netflix? ¡Chale! Mejor cancela tu suscripción a Chivas TV y gasta tu lana en el servicio streaming más chingón del planeta (señores de Netflix… chequen que les hacemos promo gratis… móchense, no mamen…)
Pos entrando en materia: Creo que Voltron es lo mejor que hay hoy en el mercado en cuanto a animación de acción se refiere. El estudio logró combinar de manera efectiva la animación 3D con el 2D (iba a poner “tradicional”, pero ya nadie anima en papel, todos usan software). El estilo narrativo de los ochenta me gustaba un buen. Ya saben, robots gigantes, un equipo conformado por personajes cliché y malvados extraterrestres que buscaban conquistar al universo. Bueno, pos Voltron es un digno heredero de esta forma de hacer caricaturas, pero de manera actual. La neta, es bien pinche raro: Es nostálgico y refrescante a la vez. Las dos chicas que participan dentro de la serie se ven muy bien insertadas en cuanto a su personalidad. O sea, en los ochenta las morras o eran “dulces e inocentes”, casi siempre a merced del villano, o bien competían con el protagonista de la serie, siempre tratando de hacer ver que “la mujer es tan chingona o más que el hombre”. Hoy en día tales estereotipos ya se han quedado atrás, creo que en Voltron han sabido dejar de lado esa “guerrita” absurda entre los sexos y en su lugar explotan el carisma de Pitch y la princesa Alura. El achichincle de esta última, Coran, es muy cagado. La neta le pone el toque humorístico y mamila a la serie en los momentos justos, se merece un apaluso este cabrón. Y el equipo… no ma… qué manera tan buena de manejar lugares comunes. Porque aceptémoslo, estos morros, los paladines, son clichés. Pero no está mal, los clichés son herramientas al servicio de la narrativa. Si los sabes usar, a huevo que funcionan. Y los guionistas de Voltron se rifan en este sentido. Sin hacer “profundos” a los personajes, sí logran ser interesantes. Y Zarcon, el villano… ¡¡¡POOOOOOTS!!! Buen diseño, buena personalidad, esbirros adecuados y una armadura al final de la segunda temporada que está de NoTeLasPinchesMames.
El diseño de arte está muy bien cuidado, desde la limpieza de los personajes hasta la paleta de colores, pasando por la animación que no desmerece ni un sólo capítulo. En este rubro, me gustaría que pensaran en las animaciones japonesas. Suelen los estudios nipones cambiar mucho sus diseños de personaje de un capítulo a otro, o bien hay episodios con animaciones fluidas e increíbles, y otros donde los muñequitos se despedorran bien gacho a la hora de moverse. Bueno, pues en Voltron esto no pasa. Se nota que han puesto sumo cuidado en los detalles.
Neta, si no la han visto, a enviciarse con esta serie, cabrones. Este año estrenarán la temporada tres. Tiene mi sello de aprobación. Ya, sáquense a rezar, que es Semana Santa y hay que conmemorar a Nuestro Señor Jesucristo, malditos herejes.