¿Comenzamos?
Es muy simple, sólo necesitas un nombre y un rostro.
Basada en el famoso manga japonés escrito por Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, DeathNote sigue a un estudiante de secundaria que se encuentra con un cuaderno sobrenatural, dándose cuenta de que tiene en su interior un gran poder; si el dueño escribe el nombre de alguien en él mientras que visualiza su rostro, él o ella morirá. Intoxicado con sus nuevas habilidades divinas, el joven comienza a matar a aquellos que considera indignos de vivir.
La película original de Netflix está dirigida por Adam Wingard (La Bruja de Blair, Cacería macabra) y protagonizada por Nat Wolff (Ciudades de Papel), Margaret Qualley (The Leftovers), Lakeith Stanfield (Get Out), Paul Nakauchi (Piratas del Caribe: en el fin del mundo), Shea Whigham (Escándalo Americano) y Willem Dafoe (Spider-Man) como la voz de Ryuk.
Últimamente vivimos en la tierra de las controversias a lo tonto, en este caso la “contoversia” que ha estado rodeando a esta producción de Netflix es el casting. Si se tratara de una adaptación fiel localizada en Japón, la controversia tal vez tendría sentido, pero este es un proyecto estadounidense, localizado en Estados Unidos y con un reparto de occidente. Como muy bien se dice en el detrás de cámaras, se trata de una versión nueva de Death Note, es la adaptación creativa del director Adam Wingard y por tanto se toma muchas libertades con respecto a la historia original.
Mi opinión personal es que los valores de producción son suficientemente buenos y el proyecto parece ser realizado con suficiente calidad como para darle una oportunidad, jamás se podrá darle gusto a todo el público, siempre habrá alguien que encuentre algo para quejarse, pero ante todo, creo que nos hace falta primero ver las cosas, analizarlas y ya después, emitir una opinión, Yo le daré una oportunidad a esta adaptación de Death Note, ¿Y tú?