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República Cinéfila | Rambo: Last Blood

¿La peor película de este año? Para un servidor no lo es es, claro, no es perfecta pero siendo sinceros no se porque la mayoría de la critica se ensaño con esta producción ya que es lo que se esperaba de este iconico personaje hollywoodense.
 
Porque aunque “Rambo: Last Blood”, el nombre de la quinta y última cinta oficial en la que el famoso veterano de la Guerra de Vietnam John Rambo verá acción al entrar en combate, es decir, se trata de una despedida más de Sylvester Stallone de uno de sus papeles emblemáticos que regresa más badass que nunca para cerrar una de las franquicias más conocidas del cine de acción. La sinopsis oficial nos cuenta en su trama que John Rambo (Sylvester Stallone) está en horas bajas y viviendo en un rancho en Arizona, pero cuando recibe la noticia de que su sobrina ha desaparecido, tras haber cruzado la frontera a México, Rambo decide ir en su búsqueda, el vive tranquilamente pero su calma termina lo que lo llevará a viajar a un peligroso lugar para rescatarla.
 
En esta ocasión nos encontraremos con Rambo quien tras todo lo vivido pasa sus días realizando trabajos ocasionales para sobrevivir. Un mal día se entera de que su nieta (Yvette Monreal) se ha perdido en México. Al tratar de encontrarla Rambo conoce y se alía con una periodista (Paz Vega) quien está en busca de su media hermana quien también ha sido secuestrada. Entre los dos descubren a toda una peligrosa red de traficantes sexuales y Rambo tiene que usar todas sus habilidades para terminar con ellos y rescatar a la chicas al mismo tiempo de liquidar a un capo de la nefasta mafia (Sergio Peris-Mencheta).
 
Inusitadamente cowboy, con guiño al filme “La Legión Invencible” incluido, el exboina verde más icónico de la Guerra Fría regresa cambiando el Sudeste Asiático por la frontera mexicana, y las tesituras de Ronald Reagan por las de la era Donald Trump. Y, como a diferencia en la forma de otros héroes de acción de su tiempo como el soldado Braddock de Chuck Norris en la saga “Perdidos en Acción”, sin ir más lejos, Rambo se permitió a veces un asomo de duda o autorreflexión en el fondo, cabe preguntarse cómo se tomará el nuevo estado de cosas. La visión de México y los mexicanos ofrecida por “Rambo: Last Blood” podría bastar para que la prensa prendiese fuego a Stallone en la plaza pública, con un elenco representado por los españoles Óscar Jaenada y Sergio Peris-Mencheta más la actriz Paz Vega, el país azteca aparece como ese infierno en la Tierra tan caro a la imaginación de los Estados Unidos más ultraderechistas. En cuanto a lo estrictamente cinematográfico, la película cumple por momentos, sobre todo en su último cuarto donde el protagonista atrae a los malos a su fortaleza privada con unos túneles que recuerdan muchísimo a los de los ‘charlies’ en Vietnam y en los que tiene lugar una escena final que no habría desentonado en “Apocalypto” (2007). Gracias a esto, uno no lamenta del todo que Stallone haya querido ir más allá de la muy notable película esta vez sin reparos “John Rambo” (2008) en todo un festín de violencia y sangre. Porque teniendo a Rambo, ¿quién quiere el muro que pretende Donald Trump levantar en la frontera? Para la imagen recordaremos al torturado Rambo que nos reconoce al otro lado del espejo.
 
Rambo: Last Blood
Stallone se convirtió en todo un ícono del cine de acción en buena medida gracias a su interpretación del rudo veterano de Vietnam, John Rambo, quien marcado por un pasado plagado de violencia y muerte debe enfrentar a sus propios demonios. El personaje creado por el escritor David Morrell, regresa a la pantalla grande para protagonizar este último capítulo de su historia, en lo que resulta una despedida emocionante, llena de adrenalina, cruda, sangrienta y por momentos hasta emotiva. En “Rambo: Last Blood” encontramos a un viejo exsoldado que ha encontrado la paz, a pesar de que sus batallas le han dejado secuelas físicas y psicológicas. Rambo tiene una vida tranquila, pasa sus días entrenando caballos y haciendo diversas tareas mientras convive con María (Adriana Barraza) y su nieta, Gabriela (Yvette Monreal), dos mujeres de origen mexicano que se han convertido en su única familia. La primera le da consejos y platica con él, la segunda es una bella joven que lo ve como una figura protectora paterna que siempre está para ella.
 
Cuando Gabriela decide cruzar la frontera para buscar en México al padre que la abandonó, es capturada por una peligrosa organización de trata de mujeres. Al enterarse de la desaparición de la joven, Rambo va a su rescate sin pensarlo. En esencia, lo que tenemos aquí es una simple historia de venganza y redención. El mayor acierto en esta cinta es la manera en la que cierra una de las franquicias más conocidas del cine de acción con un veterano guerrero que lleva años escapando de la guerra, pero siempre es encontrado por ésta, obligado a dejar salir la naturaleza asesina que tanto se esfuerza en controlar. Se trata de una película muy violenta con muertes y torturas explícitas, sangre por litros, explosiones y tiroteos que te hacen saltar de la butaca en las salas de cine, con peleas intensas y persecuciones frenéticas.
 
Todo lo anterior con un obvio toque old school tal como se hacía el cine de acción en la década de los años 80. La premisa es sencilla pero efectiva, y cumple con la fórmula de “héroe o justiciero retirado que sale de su retiro autoimpuesto y hace un viaje para salvar a alguien que lo necesita”. Quienes vayan al cine para ver “Rambo: Last Blood” deben ir preparados para ver mucha acción y un producto de entretenimiento que te deja con ganas de tener más de Rambo pateando traseros. Si lo suyo amigo cinefilo y lector es la violencia y la sangre, entonces esto es para ustedes, sólo deben dejarse llevar y no tomarse muy en serio lo que pasa en la pantalla en el fondo y forma, con lo mejor que fue ver en la catártica explosión de violencia gráfica en toda la secuencia final del túnel y lo peor que algún personaje parece metido con calzador en su sencilla y simple trama.
 
Rambo: Last Blood
Mi 7.5 de calificación ya que en mi veredicto para esta película es que es sumamente violenta y sangrienta, que sin duda dejará complacidos a todos los fanáticos de John Rambo, al igual que a los cinéfilos que gustan del cine de Hollywood en el género de la acción más brutal y sin concesiones. No es perfecta y está lejos de ser de lo mejor del año, pero la verdad cumple con el entretenimiento esperado de una producción fílmica como ésta. Como le dice su sobrina: “Tío John porque ya nadie escribe cartas”, en una tierna escena al informarle a un crepuscular Rambo como el inocente personaje que despertará a los demonios del antihéroe iracundo por antonomasia del siglo XX. Lógico pues que en estos virtuales tiempos de asepsia, un abrecartas hecho a mano esa misma mano que se erigirá en arma definitiva sirva para penetrar en el cerebro de alguien a través de su sien.
 
Artesanía es la que propugna la última entrega de la más acertada crónica alrededor de la historia contemporánea de Estados Unidos. Este es un filme hecho para aquellos que todavía escriben cartas y saben apreciar la caligrafía clásica de un admirado director como John Ford con esos respetuosos, serenos planos generales vinculados a la muerte y los furibundos renglones torcidos de todos los solitarios renegados del viejo Hollywood. Porque en mi opinión personal Sylvester Stallone es más autor que el voluntarioso realizador Adrian Grünberg (“Atrapen al Gringo”) que firma la película es, junto con Clint Eastwood, el último cineasta clásico que  debe enfrentar su pasado en una última pelea. Hay mucha acción y se lo puede ver al protagonista con un aspecto lúgubre y utilizando un arco. Stallone interpretó por primera vez al veterano de la guerra de Vietnam y ex soldado de las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos en “Rambo” de 1982. La película estaba basada en la novela “First Blood” de David Morrell, publicada en 1972. El último filme de Rambo se estrenó en 2008 que estuvo protagonizado y dirigido por el propio Stallone. Esta es una producción fílmica a la vez más perturbadora ya que convertir a Rambo en una enajenada, salvaje y sangrienta rata de túnel vietcong debe saludarse como la herejía lúcida definitiva. Véanla esta película sin prejuicios en el fondo, porque en la forma es puro show. Esta es una película simplemente buena y si es el cierre oficial de la popular saga y franquicia (1982/1985/1988/2008) lo hace de una sencilla manera, aunque habrá que esperar a que Stallone nos entregue la precuela con el origen del personaje como soldado en Vietnam.
 
Rambo: Last Blood
 
Lic. Ernesto Lerma, titular de las sección y columna periodística.

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