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Morbius | República Cinéfila

Tenemos a un nuevo “Hombre Murciélago” cuidando de la ciudad de Nueva York, Morbius es la historia de origen del vampiro que es enemigo de Spider-Man.

La película nos cuenta la historia de Michael Morbius (Jared Leto), un renombrado científico con una enfermedad rara en la sangre, quien busca por todos los medios curarse a sí mismo y a otras personas que padecen un mal parecido. En un experimento se inyecta un tratamiento derivado de los murciélagos, lo que le sana temporalmente, le otorga fuerza sobrehumana y ganas insaciables de beber sangre.

Su amigo de la infancia, Milo (Matt Smith) se suma a esta aventura, él también sufre una afección similar a la de Michael, pronto descubre los beneficios del suero y se convierte en un asesino insaciable. Así es como se desarrolla el filme con el enfrentamiento de dos vampiros.

El antihéroe protagoniza el tercer filme de lo que Sony ha denominado “Spider-Man Universe”, un grupo de películas en solitario protagonizadas por los villanos que se enfrentan al Hombre Araña, las otras dos exitosas entregas son las de Venom. ¡Morbius, es una historia clásica de origen e incluye mucha acción! Jared Leto nos ha ofrecido siempre actuaciones memorables. La presencia de Matt Smith le da un toque del buen amigo de la infancia, que se transforma en el principal enemigo.

La participación de Adria Arjona, como Martine, tiene una actuación bastante aceptable. Finalmente, te cuento que las dos escenas poscréditos de la película Morbius te van a dejar con la boca abierta, no te las vamos a arruinar, para que las disfrutes, analices y luego las compartas. La crítica ya ha dado su veredicto, pero te invito a qué la juzgues tú mismo; lo que sí te adelanto es que para nada es aburrida, es una cinta bastante entretenida y llena de muchos elementos visuales.

Disfrútala ya en la pantalla grande. Y es que prácticamente la totalidad de la crítica, en especial la norteamericana, se apresuró a vapulear a Morbius, incluso calificándola como la peor película de Marvel. ¿Acaso es buena? No, está muy lejos de eso, es indudablemente mediocre, pero la energía destinada a destrozarla es un poquito exagerada.

De hecho, la primera parte de Venom es bastante peor y esta nueva entrega del universo de antihéroes de Marvel que lleva adelante Sony confirma que su piso está muy cerca del techo. El filme del limitado Daniel Espinosa -que luego de la interesante Protegiendo al enemigo no metió ni una buena- presenta a Michael Morbius (Jared Leto), un brillante médico (que hasta se da el lujo de rechazar el Premio Nobel) que sufre un raro trastorno sanguíneo y que, para encontrar una cura, decide experimentar con sangre de murciélago. Sin embargo, lo que al principio parece un éxito sublime, que incluso le da poderes sobrehumanos, termina siendo una maldición, ya que se convierte en una especie de vampiro sediento de sangre.

Si esa historia sobre un ser brillante que se encuentra frente al dilema moral de cómo lidiar con las repercusiones de su propia invención ya se contó miles de veces, Morbius tiene poco para aportar y la sensación de que nada de lo que vemos es mínimamente original domina toda la narración. El problema de la película no está tanto en la convicción con que aborda su conflicto, sino en las herramientas y formas que despliega. Empezando por el componente humano, ninguno de los personajes posee consistencia suficiente para generar empatía: Morbius -a quien Leto interpreta en piloto automático- tiene su inteligencia, su ética entre heroica y maldita, su interés romántico (Adria Arjona), su mentor (Jared Harris) y un amigo destinado a convertirse en antagonista (Matt Smith), pero todos ellos deben explicar qué les pasa, qué piensan, cuáles son sus propósitos.

Y eso afecta a otros elementos de la trama: la puesta en escena no encuentra un rango de equilibrio estético y debe recurrir a cada momento a la cámara lenta, lo que resta fisicidad y anula todo vínculo con la corporalidad que insinuaba el relato. Del mismo modo, la construcción y lo emocional nunca confluyen para involucrar al espectador en la experiencia que supuestamente propone el filme. Después de muchos retrasos, Sony Pictures y Marvel Studios finalmente estrenan la película que nadie pidió: Morbius. Pero, ¿Quién es este vampiro que interpreta Jared Leto? Obviamente nos remitimos a los cómics en la editorial de Marvel, específicamente el de The Amazing Spider-Man #101 del año de 1971, y éste fue el primero en el que el legendario Stan Lee —el viejito de lentes que sale en muchas películas de Marvel Studios— ya no escribió. Así que se podría decir que Morbius fue el primer antagonista «nuevo» de Spider-Man creado sin la participación de ninguno de sus creadores originales.

Resulta que en el origen del Doctor en Bioquímica Michael Morbius —«Premio Nobel, Otto»— padeció de una rara enfermedad sanguínea que lo hacía verse como un Quasimodo pero con doctorado. Al intentar curar su condición con la nada original secuenciación de ADN de otro ser vivo —un murciélago—, en su lugar adquirió la enfermedad del «pseudo-vampirismo». O sea, quedó más feo porque ahora tiene rasgos de murciélago en la jeta —como colmillos y orejas grandes y la nariz aplanada— al mismo tiempo que obtuvo fuerza y velocidad sobrehumanas, la capacidad de volar y curación acelerada. Evidentemente todo esto depende de que beba sangre humana para sobrevivir. ¿Qué creías, que iba a vivir de ensalada? Asi que se convierte en todo un fenómeno que gusto al público lector y se convirtió en un malo/antihéroe favorito.

Michael Morbius

Mi 7.5 de calificación a esta pelicula con otro spin-off de Spider-Man que aunque está lejos de ser, como muchos aseveran, la peor película coproducida por las compañas fílmicas de Sony Pictures y Marvel Studios, este filme protagonizado por Jared Leto tiene demasiadas fallas, todas demasiadas evidentes.

En Morbius hay una historia que involucra diversos temas y subtramas: el aprendizaje doloroso, el recorrido del protagonista lindante con lo trágico, una hermandad quebrada, un romance maldito, un thriller que coquetea con el horror corporal, un análisis de lo heroico y lo villanesco. Y, a la vez, no hay nada, o a lo sumo un conjunto de superficies genéricas que no terminan de aparecer en la dimensión adecuada.

Por más que los personajes se muevan de un lado a otro, no hay movimiento ni dinamismo en el film, no hay una sensación patente de evolución o cambio, lo cual se retroalimenta con la constante enunciación y explicación de todo lo que pasa. Espinosa, por más que le pone ganas, no consigue encontrarle la vuelta al relato y superar la sensación constante de repetición, de que todo ya se vio antes y desarrollado con mayor potencia.

Por eso también todo se siente como otro capítulo obligado de una franquicia que no se decide a despegar. Quizás el gran inconveniente no esté tanto en la película individual que es Morbius, sino en ese universo que integra, que se supone que está cimentado en un conjunto de antihéroes, pero que todavía no parece tener claro qué es un antihéroe. Si bien Sony viene insinuando que puede zambullirse en la noción del poder como una maldición, no termina todavía de aprovechar por completo a los villanos de Marvel y por eso queda muy dependiente de lo que pueda llegar a aportar el choque de estos personajes con Spider-Man.

Mientras tanto, no encuentra un tono concreto que le dé coherencia a su propuesta. Para empezar, todo lo que sea de Marvel y no tenga el sello Marvel Studios, no tiene nada que ver con los Vengadores, Guardianes de la Galaxia y ni siquiera Spider-Man de Tom Holland.

Dicho esto, en el tráiler oficial se vio un póster del arácnido que parece ser el de Tobey Maguire, ¿Trilogía que técnicamente ya es del Marvel Cinematic Universe?

Luego aparece Michael Keaton nuevamente como el Buitre encarcelado, quien sí pertenece al MCU. Pero para acabarla de complicar, el propio Morbius dice «Soy Venom», aludiendo al Venom de Tom Hardy, sí quien salió en la taquillera cinta Spider-Man: No Way Home (2021) pero como huevo de perro, hasta el final. La única manera de quitar nuestras dudas fue viendo esta película de una vez.

Y no te preocupes, sí se estreno porque ya hicieron su evento de alfombra roja, nada más ni nada menos que en la Ciudad de México. La película de Morbius, en ese marco, es otro experimento cinematográfico casi fallido pero en verdad muy entretenido con las correctas actuaciones de Jared Leto es el vampiro de Marvel en la película de Daniel Espinosa con Matt Smith, Joseph Esson, Adria Arjona y Jared Harris.

Que un cineasta como Daniel Espinosa y sus guionistas apuesten por esa fidelidad a los tebeos de terror de los años 70 en este Morbius que se estrena por fin es un detalle que pocos sabrán agradecer. Morbius no se permite ni un chiste, ni un momento de guiño cómplice al universo Marvel que triunfa en la Disney y que en su propio mundo cinematográfico, el de la Sony, tiene a Venom con dos filmes (2018/2021) que son pura comedia descerebrada y puro troleo a las superproducciones marvelitas.

‘Morbius’ (salvo ese Daily Bugle en el puesto de periódicos y revistas) solo se acuerda de lo que el mainstream de la Casa de las Ideas en cine ha certificado como canon en sus dos escenas poscréditos, una puerta abierta a seguir hablando de Spider-Man sin poder utilizar a Spider-Man pero sí a los secundarios de sus página.

Morbius es una película de vampiros, sin demasiada sangre y sin gore ya que apostaría a que el montaje final ha suavizado muchísimo lo rodado, pero canónica. Sí, es la cinta Entrevista con el vampiro el enfrentamiento entre Michael y Milo, pero también es el ‘Martin’ de George A. Romero donde en ambos largometrajes la ciudad es un espacio en descomposición y, por no alejarnos del territorio Marvel, ‘Blade’.

Es una tragedia y una historia de amor que Bram Stoker y Terence Fisher aplaudirían, pero seguramente más el David Cronenberg de ‘La mosca’.

¿Qué esto defraudará a los marvelitas millenials nacidos al calor de las películas recientes, incluso de las del Sony verse? Tal vez. Personalmente aplaudo la decisión plenamente de género y fiel al personaje creado por Thomas y Kane. Y aplaudo a Daniel Espinosa, un muy buen director ahí está Life (2017), su particular Alien: el octavo pasajero (1979) que en Morbius filma con estilo como por ejemplo la secuencia del metro, sabe cómo utilizar el color el rojo sobre todo y cómo hacer de lo contrahecho una elegía de la artesanía. Una sinfonía, acaso no espectacular, del horror que es Marvel en estado puro. Con lo mejor de esta película que es la fidelidad a un género como a la esencia de un personaje y con lo peor, el desconocimiento del Morbius de los comics y una total ausencia de violencia bastante explícita.

Lic. Ernesto Lerma, titular de la sección y columna periodística.

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