Las vacaciones decembrinas están cada vez más cerca. Al acercarse esta temporada, que es una de las más esperadas del año, se planea la decoración de la casa, algún destino turístico o visitar a familiares que viven en otra ciudad, la cena, los regalos.
Sin embargo, todas estas acciones, aunque placenteras, aceleran el cambio climático. Acciones tan cotidianas como cargar el celular o viajar en auto emiten una serie de gases que se acumulan en la atmósfera y sobrecalientan el planeta, aunque en realidad son las industrias y no las personas quienes tienen mayor responsabilidad en este sentido.
Este rastro se conoce como huella de carbono. Este indicador mide el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O), los hidrofluorocarburos (HFCs), los perfluororcarburos (PFCs), el hexafluoruro de azufre (SF6) y, sobre todo, el más abundante y que más ha contribuido al calentamiento global desde 1990: el dióxido de carbono (CO2).
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) apunta que la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzó un nuevo récord en 2019 y que los niveles actuales de CO2 atmosférico son equiparables a los de hace más de tres millones de años, cuando el termómetro terrestre marcaba unos 3 °C más y el nivel del mar tenía niveles entre 10 y 20 metros más altos que el día de hoy.
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Consume responsablemente. Se trata de elegir mejor qué compramos, qué comemos. Para ello, come alimentos que sean de temporada y de origen orgánico. En cuanto a la decoración navideña, elige regalos ecológicos, usa velas naturales, bebe vinos orgánicos o cervezas artesanales, cocina todo desde cero, es decir, no compres alimentos precocinados que sólo requieran ser calentados.
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Transportarse de manera sostenible. Usa la bici, camina más (a veces las distancias son más cortas de lo que parecen), usa el transporte público o comparte los traslados en automóvil. Si en estas fechas estás pensando en cambiar, considera echarle un vistazo a los autos híbridos y eléctricos.
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Reduce tu consumo de energía. Regula la calefacción o el aire acondicionado, si sales de vacaciones deja desconectados los electrodomésticos, reduce el uso de computadoras, televisiones y dispositivos móviles, y no olvides desconectar todos los enchufes cuando no los utilices.
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Hacer conciencia sobre tu huella de carbono. Qué mejor manera de empezar las vacaciones que calculando tu huella de carbono para integrar a tu vida la conciencia ecológica. La ONU tiene esta calculadora, la cual tiene en cuenta aspectos de nuestro hogar —tipo de vivienda, tamaño, eficiencia energética, etc.—, nuestro modo de transporte habitual y nuestro estilo de vida, como el consumo de carne y productos locales, o la gestión de los desperdicios alimentarios o desechos tecnológicos.
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Disminuir la cantidad de residuos. Evita usar platos, vasos y cubiertos desechables, usa bolsas hechas de materiales reciclables o de tela, reutiliza botellas y tazas. Si todavía no separas tus desechos es buen momento para empezar.
Da un giro ecológico a estas fiestas decembrinas e inicia la toma de conciencia para salvar el planeta. Alienta a tu familia y a tu comunidad para hacer lo mismo y poner el ejemplo a las industrias y gobiernos.