República Cinéfila | Capitana Marvel (2019)
A estas alturas, con más de una década encima desde el año de 2008 con la cinta “Iron Man”, el Universo Cinemático de Marvel a diferencia en la competencia del Universo Extendido de DC tiene un cierto piso de excelencia, que garantiza que difícilmente puedan hacer una película fallida aunque pueden hacer, sí, filmes complacientes (“Pantera Negra”) o polémicos en sus decisiones (“Avengers: Infinity War”) pero que poseen un molde narrativo del cual partir que es flexible y confiable a la vez. “Capitana Marvel” es una representación cabal de ese piso, aunque su techo no es demasiado alto de hecho, su meta no va mucho más allá de presentar al personaje en su historia de origen.
En la sinopsis oficial de la trama, Vers (Brie Larson), es una valiente guerrera Kree que, luego de una misión fallida, termina llegando accidentalmente a la Tierra durante mediados en la década de los años 90, donde se unirá con un joven Nick Fury (Samuel L. Jackson) cuando todavía estaba lejos de ser la cabeza de SHIELD en una odisea en la que irá descubriendo trazos de su pasado terrestre cuando era la piloto Carol Danvers, atando cabos en su memoria hasta ese momento fragmentada, para ir así hallando su verdadero propósito en el medio de una guerra galáctica. Estamos ante un relato de construcción en el camino de la superheroína, en el que lo temporal juega un rol más relevante de lo habitual, no solo desde el pasado traumático de la protagonista, sino también desde lo que se intuye mirando hacia adelante, a ese futuro marcado por la Iniciativa Avengers y lo que después sería la película de “Guerra Infinita” (2018). Y es que pocas películas de Marvel han soportado tanto el peso de las expectativas y de las criticas con los trolls de internet como “Capitana Marvel” que seria la primera cinta con una superheroína de la taquillera saga y franquicia en obtener su película en solitario sin olvidarnos al contar la infame “Elektra” (2005), pero mejor no porque carga con una responsabilidad titánica, que va desde enamorar a unos fanáticos poco familiarizados con su historia hasta conseguir ser más que un aperitivo pre-“Vengadores: Endgame” (2019), pasando por las comparaciones inevitables con su exitosa homóloga en la competencia rival que es DC Comics, con “Wonder Woman” (2017).
Esta es también la primera dirigida por una mujer, Anna Boden, aunque lo hace junto a su pareja profesional, Ryan Fleck, con quien nunca había afrontado un proyecto de tal magnitud. Con todo eso sobre los hombros, y la talentosa, bella y oscarizada actriz Brie Larson al frente de la producción fílmica, el personaje de Carol Danvers llego a los cines de medio mundo, y le sobra mucho poderío femenino que demostrar. La protagonista, que apareció por primera vez en los cómics de Marvel hace 51 años en marzo de 1968 y ha ido ganando fuerza sobre el papel en los últimos años ya como la Capitana Marvel, es parte de un escuadrón Kree liderado por Yon-Rogg (Jude Law) el grupo donde encontramos a un viejo conocido, Korath (Djimon Honsou), visto en “Guardianes de La Galaxia” (2014) que se dedica a aniquilar a peligrosos grupos Skrull, una raza que puede cambiar de forma, y con la que llevan en una guerra espacial durante mucho tiempo. Por culpa de ésta, Danvers acabará en la Tierra, donde podrá reconectar con sus raíces y descubrir la verdad sobre su pasado. En sus recuerdos perdidos se encuentra algo que puede cambiar el curso de su vida, y que le permitirá comprobar por qué se va a convertir en la superheroína más poderosa del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM).
Si por ejemplo en la cinta “Spider-Man: Regreso a Casa” (2017) se apoyaba en los códigos de las historias escolares en los filmes de comedia juvenil romántica del cineasta John Hughes, “Capitana Marvel” extiende lazos hacia buena parte de la iconografía de los años noventa con el Blockbuster, el Internet, etcétera; convenciones instaladas por películas de pilotos como “Los elegidos de la gloria” (1983), “Iron Eagle” (1985) y “Top Gun” (1986); y hasta la estructura narrativa propia de las buddy movies, aunque luego se abra a dinámicas más propias de lo grupal. Ese compendio de referencias es utilizado con astucia y precisión por los realizadores Anna Boden y Ryan Fleck, pero no necesariamente con inteligencia y creatividad: la película nunca va más allá de lo predecible, aun cuando aplica unas cuantas vueltas de tuerca con un par de personajes clave que reelaboran la perspectiva de la guapa protagonista.
El camino seguro y lineal que el filme transita desde lo estético y la puesta en escena le permite tener unos cuantos hallazgos donde hay momentos de humor básico pero muy logrado; actuaciones más que correctas con Brie Larson que se pone sin problemas el traje de superheroína y Samuel L. Jackson quien vuelve a demostrar que nació para el papel de Nick Fury; el villano con un personaje como el de Ben Mendelsohn que va ganando en capas a medida que suma minutos; y una ligereza en el tono general, que incluso la aleja de la necesidad de bajar línea con consignas seudo-feministas, como el tono superficial de “Mujer Maravilla” (2017). Pero esa misma seguridad y linealidad reduce sus ambiciones al mínimo, porque “Capitana Marvel” no va a fondo con ninguna estructura genérica ni aporta lecturas novedosas al espectro de los superhéroes, más allá de colocar por primera vez en el centro de un relato a una mujer. Solo cumple con su función esencial, que es la de presentar a un personaje que seguramente va a ser fundamental en “Avengers: Endgame” y en la fase siguiente del Universo Cinemático de Marvel. De ahí que estemos ante apenas una pieza más de un gran engranaje y que la memoria recuperada por la heroína solo sea un pequeño elemento más dentro de un mundo mucho más extenso.
En efecto, la película de Boden y Fleck tiene grandes virtudes y mejores momentos. Sus dos pilares están claros: primero, el viaje de autodescubrimiento de Carol Danvers, que aún tiene que desarrollar todo su potencial; segundo, una moraleja que, más allá de la crítica de manual al patriarcado por la que optó Patty Jenkins con su Wonder Woman, apela a la capacidad de levantarse después del fracaso. Es decir, que “Capitana Marvel” da por superados los discursos feministas en este tipo de historias y se dedica directamente a aplicarlos a través de personajes femeninos fuertes e independientes, trajes que huyen de la sexualización tradicional de las superheroínas, la ausencia total de cuestionamiento en función del sexo y la falta de una relación romántica dependiente para la protagonista. No duden que evitar el tema de forma literal responde más a una estrategia de Marvel Studios para cubrirse las espaldas frente al público más reticente a la cuestión feminista, que a un progreso abrumador de las narrativas femeninas del típico cine de acción.
Mi 8 de calificación a esta buena y correcta cinta que de esta manera, “Capitana Marvel” produce una sensación algo triste: la de un filme que podría y debería haber sido mas espectacular, mas desaforado y mas rompedor, pero que se queda en solo entretenido, sin más. Aun así, aconsejo prudencia a la hora de adjudicarle la etiqueta de “la peor película de Marvel” ya que “Iron Man 3” (2013), “Thor: El Mundo Oscuro” (2013), “Vengadores: La Era de Ultrón” (2015) y, sobre todo, “Black Panther” (2018) siguen estando ahí para evitarle esa posición tan poco digna que como todos los productos de su estudio, “Capitana Marvel” se presta a dos variedades de juicio: al del fanático de los cómics originales y el del espectador que llega a ella virgen de las historietas. Desde el primer punto de vista, el filme se porta bien presentando a Carol Danvers como una mujer con el carisma suficiente como para aguantar mil reinvenciones, aunque no refleje del todo esa cósmica que tan bien habría quedado en la pantalla. Asimismo, aunque resulta digna a la hora de presentar el conflicto entre las razas de los Kree y los Skrull en el MCU, desaprovecha muchos de los atractivos de este equivalente galáctico de la Guerra Fría con su punto de vista sobre los alienígenas verdosos esos que, a fuerza de querer ser malos y metamórficos, acababan quedando en los cómics como seres entrañables que resultan originales y es de agradecer; pero, plasmando a los romanos nazis del espacio exterior, la película acaba cayendo en los mismos vicios que el primer filme de “Guardianes de La Galaxia” (2014), por mucho que grandes actores como Jude Law y Annette Bening estén ahí para animar la sencilla trama. “Capitana Marvel” acabará apareciendo como una película con dos caras. Cuando el filme muestra su lado más luminoso, fluye con una sencillez muy de elogiar en una típica producción del estudio, que se beneficia de la química entre Brie Larson y el rejuvenecido Samuel L. Jackson que se roba cada escena, expresando su mensaje feminista sin envanecerse por ello y, para colmo, cuenta con una gatita muy mona.
Pero, en los momentos de bajón, esas virtudes se ven reemplazadas por la falta de ritmo, los intentos de ganarse la complicidad del público a base de guiños bastante desubicados a la cultura pop de la década en los años 90, las escenas de acción fallidas y las sospechas de que Larson nunca acaba de creérselo del todo. Tal vez alguien debería haber previsto que una actriz tan intensa como Larson no se llevaría bien con el CGI. Esta es una cinta muy divertida y entretenida a pesar de tomarse sus libertades con los super poderes del personaje femenino y de los villanos pero que poco aporta, más con el personaje de origen de Carol Danvers que merecía volar más alto, la siguiente película deberá ser aun mejor.
Lic.Ernesto Lerma, titular de la sección y columna periodística.
