La Botana de Bolsillo. The Host Of Seraphim – Dead Can Dance.

Saludos Robott@s, el día de hoy les traigo un Lamington autraliano con la canción The Host Of Seraphim del grupo Dead Can Dance, en octubre de 1988 sale el disco The Serpent´s Egg y la canción The Host Of Seraphim nos abre las puertas al compilado de canciones con estilo Neo-Clásico ecléctico, la mayoría prefiere situar al grupo como Darkwave o Etherealwave, otros más como la base del Rock Gótico, pero con éste disco en especial, Dead Can Dance se reinventó dejando aquella comparativa de gótico a un costado y continuar con su trayectoria musical.

El ejercito de los serafines comienza con una nota fija y una percusión pausada y sencilla, lo sobresaliente es el canto gregoriano de Lisa Gerrard acompañada de un coro sutil por detrás de su interpretación, nos conduce sin tanta armonía o lluvia de sonidos, los tambores de fondo en proyección continua ofrece una elevación musical al mezclarse con un órgano, en breve entramos en silencio, dos tambores y de inmediato entramos a la segunda parte, los vientos sintetizados como también las cuerdas aumentan orquestando la canción y así, sobreponer la interpretación vocal, es más allá del soul, flow, caña o como quieras decirle, se transmite un equilibrio espiritual, tal cual como si estuvieran los 9 serafines a un costado del creador cantando y transmitiéndonos el sueño del cual no se puede despertar, en la oscuridad el corazón va ganando para construir y después, derribar.

 

A4D vio en éste dueto desde principios de los años 80s un embajador del Word Music, claro, por cuestiones comerciales aunadas a una expresión nueva llamada gótica los primeros discos en donde mezclaban poliritmos africanos, celtas y de fundamentos folclóricos con sintetizadores se les marco como ícono del Rock Gótico, Dead Can Dance va más allá, son músicos que en realidad al componer e interpretar emanan su alma para forjar al espíritu, je, je.

The Host Of Seraphim es ideal para degustar con un buen café o té, éste Lamington o panecillo autraliano con coco mantiene la consistencia de mantequilla al dar un bocado, incentiva a cerrar los ojos e imaginar el deleite de un clímax individual, Dead Can Dance cubre la expectativa del arte, que es sencillez y transmisión del sentimiento.

Espero ésta canción sea de su agrado, se despide su valedor Albertnativo.