Ray Bradbury, el escritor sobre el futuro que no creía en la tecnología
Por Markoz Saenz
Un joven creativo, con una imaginación muy prolífica, en tiempos de crisis y decide leer, leer todo su tiempo libre. No tiene dinero para acceder a la educación, así que las bibliotecas se vuelven su refugio, tres veces por semana, por diez años. Y después de un tiempo decide escribir, y escribió cientos de cuentos, los envió a las revistas de moda del tema, él se catalogó siempre como un autor de fantasía. Fue rechazado a diestra y siniestra, pero no se dio por vencido; releyó sus cuentos y pulió su estilo, hasta que por fin alguien acepto un cuento y lo público y desde entonces nació la leyenda de Ray Bradbury.
Como lo menciono antes, Bradbury creció en tiempos de crisis, en la gran depresión de 1929. Él anhelaba asistir a la universidad, pero la situación obligó a volverse en autodidacta y trabajar en empleos pequeños. Mientras vendía periódicos es como conoció las revistas de ciencia ficción y fantasía y es ahí donde decide crear historias fantásticas.
Aunque muchos lo catalogan como un gran maestro de la ciencia ficción, Bradbury siempre se nombró como escritor de fantasía. Y tenía razón, solo falta darle una mirada a su obra y ver que Bradbury veía con suspicacia el avance tecnológico del mundo. Despreciaba internet, llamándolo un juguete, una distracción llena de demasiada información vacía. Por años prescindió de una computadora, de poseer un automóvil, es fascinante que alguien que escribe sobre el futuro y la ciencia, tan apasionado de los viajes espaciales no tenga buenas palabras de la tecnología.
Pero ahora el momento actual le da un poco de razón al maestro Bradbury. Vivimos en un mundo más deshumanizado, sumergido en el entretenimiento rápido, fácil, dejamos atrás el pensamiento racional y analítico por pasar al próximo artículo, al próximo video hueco, tal como los habitantes en Fahrenheit 451, vivimos al borde de un mundo distopico como lo predijo el escritor en su obra.
Su crítica reflejaba su preocupación, alegaba que los EE. UU. se habían trasformado en una maquina generadora de estúpidos, otorgar un computador a los estudiantes solo los aislaba a un mundo prefabricado y digerido para aprender de manera limitaba, decía, siempre abogo al mejoramiento de los docentes y a la ampliación de las bibliotecas. Una computadora es algo lejano, inmaterial, un libro es real, afirmaba. Pero, a pesar de sus sombrías narraciones, Bradbury apelaba al humanismo, a que un puñado de sensatos sabrían utilizar de manera positiva la tecnología para rescatar a la humanidad del abismo de la vorágine tecnológica.
Este artículo busca recordarnos que, si bien el internet es divertido y lleno de cosas fascinantes, a veces es un pozo de banalidades y no hay que ceder a la pérdida de tiempo del entretenimiento hueco y fugaz. Debemos apelar a la sensatez y usar esta fabulosa herramienta para dar nuestro granito de arena y poder ayudar a la humanidad a las estrellas.
¿Y cómo entrarle a la obra de Ray Bradbury? Sin duda “Crónicas marcianas” es la obra que todo aficionado a la fantasía y ciencia ficción debe leer y la mejor forma de introducirnos en su obra. El mejor homenaje que podemos hacerle a Ray Bradbury es leer libros. Feliz cumpleaños al maestro Bradbury
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