Modelos a seguir en tecnología para las niñas.
La infancia es una etapa en la que tenemos curiosidad por conocer nuevas cosas, es el momento en donde preguntamos el porqué y para qué de todo y empezamos a crear nuestra personalidad con base en esa información que recibimos.
La falta de modelos a seguir en industrias como la tecnología hace que las niñas no tengan referencias en esta área, y, por eso, les cuesta imaginar cómo se verían si estudiarían una carrera tecnológica, en qué puestos se podrían desempeñar y cuáles serían los retos personales y profesionales que esto conlleva. Elegir una carrera o áreas de interés es algo difícil y aún más si no conoces mujeres que se desempeñen en esos campos. Muchos sesgos, estereotipos y barreras alejan a las niñas y adolescentes de los sectores que típicamente se han considerado “masculinos”.
Además de limitar a las mujeres en cuanto a las alternativas de formación que puedan tener, la brecha de género en tecnología también les priva de acceder a un campo laboral con empleos de calidad, que podrían representar oportunidades importantes para su desarrollo profesional, económico y personal. Para empezar a crear conciencia de ello y trabajar para que más mujeres puedan entrar a la industria y, a su vez, convertirse en referentes para otras mujeres, podemos considerar algunas acciones:
- Desaprender los sesgos: dejar de lado estereotipos en la crianza de niños y niñas, dándoles la oportunidad de que elijan sus propios intereses y motivándoles a seguir sus sueños. El género no tiene que ver con la capacidad, ni hay áreas femeninas o masculinas. Necesitamos de todas y todos en los espacios de desarrollo de tecnología.
- Promover un buen uso de las tecnologías en las niñas: las niñas hoy sí están cerca de las tecnologías, saben usarlas y se interesan por las oportunidades de educación y entretención que ofrecen. Darles un buen uso y fomentar que sigan usándola a su favor -aprendiendo por medio de cursos, videos y juegos, creando comunidades digitales saludables y desarrollando pensamiento crítico en su consumo online– es algo que puede despertar su curiosidad por saber qué hay detrás de ella e involucrarse más.
- Educación para todas: a niveles globales, según el último Informe de la UNESCO sobre la educación, la ciencia y la cultura, actualmente sólo uno de cada tres investigadores es mujer, mientras que la representación femenina en la educación superior se sitúa en “un poco más del 35%” en las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. Estas cifras deben cambiar y eso solo sucederá si existe este impulso, si acercamos a las niñas a estos ambientes y las incentivamos para que se profesionalicen en alguna de estas especialidades. Este incentivo también implica la apertura de oportunidades de educación para mujeres, ofrecer modelos de pago flexibles y becas que les permitan acceder a una buena formación.
- Nuevas líderes: actualmente hay varias mujeres que están triunfando en el mundo de la tecnología, en grandes empresas, corporaciones, gobiernos y organizaciones sociales. Si bien se han convertido en referentes, aún necesitamos a más mujeres en estos roles para darle más visibilidad al trabajo femenino en este sector. Debemos impulsarlas para posicionarse en estos puestos de trabajo y ser un parteaguas para abrir el camino a las generaciones entrantes.
- Reconocimiento y difusión de las nuevas modelos a seguir: tomar en cuenta carreras de éxito, seguir reconociendo a las mujeres que hacen un cambio en la sociedad y han roto esquemas preestablecidos. Deberíamos comprometernos a difundir estos perfiles para que las niñas sepan que pueden elegir lo que ellas quieran porque ya hay alguien “rompiéndola” en ello.
Todas aquellas mujeres que estamos en la industria tecnológica somos referentes para niñas, adolescentes y otras mujeres que ven en esta área una verdadera posibilidad profesional. Podemos inspirarlas para tomar sus propias decisiones y decirles que confíen en sus capacidades, que la industria tech también es para nosotras y que tenemos todo lo necesario para desarrollarnos plenamente. La sociedad, en su conjunto, juega un importante rol en la disminución y quiebre de estas barreras para que más y más mujeres quieran trabajar con tecnología.
Por: Daniela Jaramillo, directora de empleabilidad de Laboratoria.
Acerca de Laboratoria
En Laboratoria trabajamos para lograr una economía digital más diversa, inclusiva y competitiva, que abra oportunidades para que cada mujer pueda desarrollar su potencial. Hacemos esto mediante un bootcamp intensivo de seis meses en habilidades técnicas y para la vida dirigido a mujeres que aún no han podido comenzar una carrera profesional. Tras el programa, conectamos a nuestras estudiantes con empleos de calidad en desarrollo de software y diseño de experiencia de usuario donde pueden comenzar sus carreras, e impulsamos una comunidad de egresadas en la que se apoyan mutuamente en su crecimiento como futuras líderes del sector de tecnología.
Nuestras egresadas están construyendo carreras transformadoras para sí mismas en el sector de tecnología y a su vez, reduciendo la inmensa brecha de talento y género en el sector y contribuyendo así a su crecimiento inclusivo. Desde nuestro lanzamiento en Lima, Perú, en el 2014, Laboratoria se ha expandido a Chile, México, Brasil, Colombia y Ecuador. Hemos formado a más de 3.100 mujeres, colocando al 87% (desde 2020) de ellas en trabajos de tecnología en América Latina, y más allá. Somos una fuente de talento para más de 1.100 empresas líderes en diversos sectores e industrias, desde comercio y banca hasta logística y fintech. Con nuestro trabajo estamos ayudando a todo tipo de organizaciones – desde grandes corporaciones hasta startups de tecnología y consultoras de software- a encontrar el talento técnico que necesitan para crecer sus equipos y traer la diversidad que ayuda a construir mejores culturas de trabajo y productos.