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República Cinéfila | Loca por el trabajo

Aunque lleva ya un par de semanas en las carteleras de los cines de todo el país, vale la pena analizar “Loca por el trabajo” que es una cinta divertida si, pero olvidable comedia que trata sobre la reflexión del trabajo y la vida personal pero no la logra abarcar del todo. Esta película tiene el mismo problema de casi todas las comedias románticas mexicanas actuales por un guion poco trabajado que responde más a intereses comerciales, que a la necesidad de contar una historia entrañable. La película tiene lógicamente sus momentos divertidos, pero los errores en su narrativa son tan notables, que al final se le presta más atención a ellos que al entretenimiento que presenta. En la sinopsis oficial de la película cuenta la historia de Alicia (Bárbara de Regil) una exitosa ejecutiva, adicta al trabajo, que antepone las necesidades de su empresa a las de su familia. Ella es toda una mujer workaholic, pierde casi al mismo tiempo su trabajo como directora de marketing de una empresa de juguetes y a su esposo. Un mal día, a causa de una absurda confusión, pierde todo lo que tiene. En medio de esta situación, se hace amiga de su alocada vecina Marcela (Marianna Burelli), quien resulta ser propietaria de una sex shop. Alicia encontrará en ese fascinante lugar muy buena vibra y un nuevo rumbo para su vida profesional. Y es que existe una delgada línea entre ser dedicado al trabajo y obsesionarse con él. En ocasiones, en el mundo del cine es igual de delicada la división entre transmitir el mensaje y el de entregar un montón de ideas sueltas y confusas, que por desgracia ése es el caso de “Loca por el trabajo”, la nueva comedia del director Luis Eduardo Reyes (“Cómplices”) con un guion muy predecible, no es suficiente para resolver sus obvios problemas narrativos.
 
Loca por el trabajo
 
La sencilla pero entretenida trama con un guion de José Luis Gutiérrez Arias nos da en su fondo el supuesto objetivo del filme de hablar de cuando llevamos al extremo nuestra entrega al trabajo, y de conseguir un equilibrio entre la vida personal y profesional. Tanto la sinopsis como el avance y tráiler oficial prometen esa premisa, pero en el camino toma otra forma que nos hace replantear el verdadero sentido de la cinta. Definitivamente deben existir muchas Alicias que crecen laboralmente y son señaladas por su propia familia, por lo que resultan innecesarias las películas que llegan a reforzar dicha idea, en la que la solución cae por completo en las espaldas en la sumisión de la protagonista y no de la sociedad, especialmente su círculo inmediato. Entre los consejos y regaños de su propia madre una mas que correcta Adriana Barraza, la imposibilidad que tiene con su esposo para hablar de su sexualidad y la respuesta del susodicho cuando descubre que Alicia nunca tuvo orgasmos con él, provocan que nos preguntemos si “Loca por el trabajo” realmente cuestiona a los workaholics o si encierra a su protagonista en un mundo misógino que le impide crecer profesionalmente.
 
Así como aquél comentario de la madre, constantemente la película cae en diálogos que señalan a Alicia como la culpable por desarrollarse profesionalmente, y también asume que una mujer exitosa en el trabajo no tiene tiempo para ejercer su sexualidad y desconoce cómo disfrutarla. Pero el personaje de Alicia no es el único que invita a pensar en el discurso machista del filme. La fusión de su personaje central y los diálogos que acompañan a esta historia, provocan que en más de un momento esta producción fílmica se perciba como un relato innecesario para nuestro actual contexto. El otro personaje principal, el de la vecina de la protagonista, Marcela, está planteada como una mujer independiente, plena, feliz y que ejerce su sexualidad sin problema, pero aparentemente para el director y su guionista; sólo puede conseguirse si viste minifalda y tops. Por otra parte, el uso de la música en su soundtrack es muy poco orgánico ya que el director utiliza canciones que, si bien son atractivas, no se sienten como parte de la historia que vemos en pantalla. Incluso, podría decirse que se abusa de las mismas. En lugar de que se logre un cierto tipo de ambiente o funcione como una remembranza, los temas musicales se sienten cansados y repetitivos. En pocas palabras, también es una cinta que estereotipa hasta más no poder. Si hay algo que vale la pena destacar del filme, es que en su fondo aborda aunque se queda muy corta en la exploración temas como las consecuencias de una presión innecesaria en el trabajo, la vida en familia y lo más importante es que toca el tema tabú de la sexualidad femenina.
 
Loca por el trabajo
 
Mi 7,5 de calificación a “Loca por el trabajo” que pierde valor en el fondo por su poca claridad para transmitir el mensaje, ante sus chistes algo fallidos y casi desgastados. Pero es gracias a su elenco, especialmente a los actores secundarios con el carisma de Adriana Barraza y Hernán Mendoza, con guion poco desarrollado, claro que con el apoyo de una buena química entre sus dos protagonistas Bárbara de Regil y Marianna Burelli que logran transmitir esta relación amor y odio, que junta a dos personalidades completamente diferentes, y al final las vuelve inseparables. Ademas de algunas de sus líneas cómicas que funcionan, pero no esperen muchas constantes carcajadas. No hay duda de la calidad de su producción y del gran esfuerzo de sus actores por sostener la historia pero como público necesitamos mucho más claridad y una visión más aguda de nuestro contexto, sobre todo ahora y ya hemos visto que las comedias tienen todo para ofrecérnoslo. Esta es una opción palomera bastante ligera y simple. de que encontramos más un discurso un tanto machista que una reflexión sobre el equilibrio entre trabajo y vida personal. Estamos ante una comedia en la que el doble sentido esta a la orden del día. A pesar de que sus materiales promocionales nos podrían remitir a un estilo de comedia burdo y tosco, tanto el póster como el trailer hacen mucha referencia a los juguetes sexuales y en sí a la experiencia sexual, la realidad es que lo que salva a la cinta es precisamente su tratamiento de la sexualidad femenina.
 
Porque la historia no permite que los personajes exploren los diferentes y complicados caminos de los problemas que plantea como la relación de pareja, el proceso de una separación, entre otros. Incluso el hecho de que Alicia es abandonada y a pesar de cuánto ella lo menciona y los esfuerzos del guion por recordárnoslo, es pronto dejado de lado y el guion se concentra en sus experiencias sexuales y su negocio en la sex shop. La película nunca cae en lo vulgar, ni en lo meramente sexual ya que “Loca por el trabajo” se toma la oportunidad de explorar la sexualidad de la mujer en todas su etapas y sin miedo a ir más allá desde alguien que tiene su primer orgasmo, hasta hablar con franqueza de la masturbación. Si bien algunas alegorías están demasiado exageradas, demuestran que es un tema que se puede abordar de una forma clara, sencilla y sin tapujos. Pero insisto, si el guion se hubiera abordado y trabajado más estos temas en lugar de irse por la tangente sencilla, la cinta le pudo haber dado a su audiencia algo diferente a lo que estamos tan acostumbrados de las típicas comedias románticas nacionales contemporáneas. Como diversión esta garantizada como una película algo encausada y muy entretenida, pero que lamentablemente no logra destacar de las demás propuestas que hemos visto a todo lo largo de este año 2018.
 
Reseña Loca por el trabajo
 
Lic.Ernesto Lerma, titular de la sección y columna periodística.

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