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Un Lugar en Silencio Parte II | República Cinéfila

Luego de un año muy duro para la industria cinematográfica internacional, azotada por la situación que planteó la pandemia global de Covid-19 en el mundo, la secuela del thriller post-apocalíptico, Un Lugar en Silencio Parte II, una superproducción del 2018, abre una esperanza con más de 58 millones de dólares proyectados en sus primeros cuatro días de estreno en países como Estados Unidos y Canadá, según cifras preliminares de la firma comercial Exhibitor Relations. 
 

 

Un Lugar en Silencio Parte II, película de terror del actor y director estadounidense John Krasinski, se estrenó en los cines y durante ese fin de semana alcanzó la mayor recaudación desde el inicio de la pandemia, ya que el levantamiento de las restricciones sanitarias llevó a la reapertura de las salas. Esos números no están muy lejos de lo que se proyectaba que haría la película antes de la pandemia; el estreno de la secuela estaba originalmente programado para marzo de 2020 y el estudio fílmico Paramount Pictures decidió esperar hasta que los cines volvieran a abrir en un grado significativo. En las principales cadenas de los Estados Unidos, quienes están vacunados ya no tienen que usar de manera obligatoria los tapabocas y en varias zonas el aforo fuel aumentando hasta llegar en algunos casos al 100 % de la capacidad. Así, la película que combina terror y drama familiar superó las cifras de la cinta Godzilla vs. Kong, que había recaudado 32.000.000 de dólares en tres jornadas y 48.000.000 en sus primeros cinco días en cartel.

La segunda parte de Un lugar en silencio sigue a la misma familia de la primera parte, en un mundo postapocalíptico, poblado por monstruos que olfatean a través del sonido. La producción de la primera película costó solo 17.000.000 de dólares, mientras que la segunda tuvo un costo de 61.000.000. Como la gran mayoría de estrenos de Hollywood, el estreno fue aplazado una vez que estalló la crisis del coronavirus a principios de 2020, y a Un Lugar en Silencio Parte II, le tocó ser la película cuyo lanzamiento se hallaba fijado prácticamente en la víspera de que buena parte del mundo recurriera a los confinamientos. La secuela de Un lugar tranquilo, que vuelve a dirigir Krasinski, sucede poco después de que trascendiera que tanto Krasinski como Emily Blunt quien es la máxima protagonista de Un Lugar en Silencio Parte II, confirmaran su participación en el western en serie televisiva The English, por lo que estaban manteniendo una agria disputa con Paramount a raíz de sus salarios. No tenemos noticias de si el conflicto ya ha sido resuelto, pero entretanto varios medios estadounidenses han publicado sus reseñas y todo apunta a que la recepción ha sido casi unánimemente positiva, en sintonía al buen sabor de boca que dejó la anterior entrega.

En la sinopsis oficial de la trama, después de los sucesos mortales en casa, la familia Abbot (Emily Blunt, Millicent Simmonds, Noah Jupe) deben enfrentarse a nuevos retos del mundo exterior, mientras continúan su pelea para sobrevivir en silencio. Forzados a la aventura hacia lo desconocido, ellos notan que las criaturas que atacan por medio del sonido no son las únicas amenazas que se encontrarán después de cruzar el camino de arena. Esta es otra obra de cámara que te deja sin aliento, elaborada con habilidad y en la que cada sonido es una fuente de inquietud. El diseño del sonido es simplemente espectacular. Ya se confirmó que La tercera entrega llegará en 2023.

Allá por el año de 2018, Krasinski cerraba su primer película con un gran cliffhanger, nos dejaba con ganas de más, y sobre todo, con muchas preguntas. ¿Qué eran esos seres? ¿Qué les pasaba ahora a la familia? En esta segunda parte, el cineasta vuelve a hacer uso de una introducción muy potente para llevarnos esta vez al pasado. También de nuevo reduce el metraje a poco más de una hora y media. Eso no es obstáculo para extender este universo que nos dio a conocer hace más de tres años y con el que sorprendió al público. La historia y su director son fieles a sí mismos: usa el mínimo de recursos, muy típicos, pero muy bien usados para mostrar el terror, con unos personajes llenos de trasfondo con los que empatizar. Y hasta ahí las similitudes con la primera película. Porque el cineasta no se limita a ofrecer el mismo esquema, sino que se lanza en busca de nuevas tramas –y otros peligros- para ofrecernos el panorama de este nuevo mundo que ha quedado casi diezmado por la plaga de las peligrosas criaturas extraterrestres. La esperada secuela sabe renovarse y traer otro estilo visualmente narrativo. Para empezar, extiende este mundo post apocalíptico aquejado de estos seres que se guían solo por el sonido y va más allá del núcleo familiar que conocimos formado por Evelyn (Emily Blunt) y Lee Abbott (Krasinski). En la historia, presentará a Emmett, el nuevo personaje al que da vida el actor inglés Cillian Murphy. El montaje y la edición ayuda a que esa tensión se contagie al público, que es lo que de nuevo le interesa a Krasinski, que no te va a defraudar porque lo llega a lograr, al estremecer de un suspenso y terror bastante básico y simple, pero muy efectivo.

Un Lugar en Silencio Parte II
 
Mi 9 de calificación a este estupendo filme que te deja sin aliento, con una Emily Blunt que protagoniza la secuela de la aclamada película de terror, que parece no tener nada que envidiar a la cinta original. Sin duda alguna, es una de las películas de género favoritas para el público de los últimos años, lo que ha conseguido que su secuela sea una de las cintas más esperadas de 2021. Aunque hubo un tiempo en el que John Krasinski no parecía convencido de volver a este universo plagado de monstruos, finalmente este no sólo ha escrito la secuela, sino que también vuelve a bordo como director y actor. Porque los préstamos en las influencias cinematográficas a películas como Alien (1979), Parque Jurásico (1993) o Tiburón (1975) son algo más obvios esta vez, pero es una secuela realmente efectiva y absorbente, con un preludio absolutamente sensacional al comienzo.
 
Qué placer ver una película enorme y descarada como Un Lugar en Silencio Parte II en la gran pantalla, en una experiencia aún más feroz y emocional que la primera entrega. Ampliando ligeramente su mundo sin perder de vista los elementos que funcionaron en la original, esta magnífica película se ve reforzada por algunas interpretaciones estupendas, destacando la joven actriz Millicent Simmonds. Es realmente inmersivo de nuevo, incluso si al final se siente como tres cuartos de una buena película que ha sido cortada porque no estamos ante una secuela única, sino ante una franquicia. En lugar de abordar los agujeros argumentales, la nueva película apuesta por que, si ya estás a bordo, la lógica no debería importar. Lo que se traduce en un thriller astutamente ejecutado que dejará a la mitad del público preguntándose ‘¿por qué no hicieron esto antes? Esta secuela se siente reducida al máximo sin espacio para desarrollar este mundo o los ocupantes. Como pieza narrativa, es escasa y vagamente satisfactoria. Como una sucesión de peleas, luchas y personas mandándose callar, cumple totalmente. 
 
Aunque nunca llega a recuperar lo que hizo que la primera película funcionara tan bien, consigue ofrecer un montón de emociones y escalofríos, manteniendo al espectador interesado gracias a los personajes y las conmovedoras interpretaciones de su reparto. Si en la presentación de la cinta nos lleva al pasado para mostrar cómo empezó todo, haciendo uso de planos secuencia e introduciéndonos en el horror que conocimos en la primera película, a lo largo de la trama transitará con un ritmo más frenético, mostrando a distintos personajes mientras deja sin aliento al espectador, damnificándole con ese desasosiego que se vio en 2018. Su búsqueda del susto es muy convencional pero funciona a la perfección. Y como era de esperar, vuelve a contar con el uso del sonido como recurso clave para generar el miedo. Eso en la parte referente al cine de terror.
 
En el drama interno, el realizador sigue ahondando en la figura de la familia como referente, como último refugio, y en la idea de la bondad como salvación de la humanidad. De hecho esta segunda parte podría entenderse sin la primera. Podría funcionar también como un punto de partida. Como ya se vio, el matrimonio tenía un nuevo hijo en la película, un bebé al que hay que proteger y sobre todo silenciar para ello. Los dos hijos mayores, Regan (Millicent Simmonds) y Marcus (Noah Jupe) intentan sobrevivir mientras maduran a pasos agigantados. Cada uno en un escenario deberá lidiar con este mundo que les ha tocado vivir. En ellos pone la fuerza Krasinski como esperanza en el mundo, un lugar que como observamos en esta mirada exterior que recoge la segunda parte, se ha vuelto muy esquivo, más vulnerable e injusto. De ahí que en un momento su madre se refiera a su primogénita como “la clase de persona que merece la pena salvar”. Por eso, de nuevo la trama en la historia emociona y estremece a lo largo del metraje. John Krasinski quería mostrar -y el público ver- esta historia desde marzo de 2020. Pero el mundo nos tenía preparado una sorpresa que vino de sopetón con la letal pandemia global de covid. Un año y medios después, las cosas vuelven a como las conocíamos. Y la espera ha merecido realmente la pena. Esta secuela esta al mismo nivel del filme original.
 
Lic. Ernesto Lerma, titular de la sección y columna periodística.

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